Abordar el proceso de transformación es una tarea ineludible para cualquier empresa hoy en día. Más si cabe tras el impacto que ha tenido la covid-19 a la hora de impulsar el uso de la tecnología para aspectos tan elementales en el día a día de la empresa, como la relación con los clientes y el ecosistema o la gestión de puesto de trabajo.
Un escenario que coloca al responsable de los sistemas y las tecnologías de la información (TI) de una empresa, más conocido como CIO por sus siglas en inglés, en un lugar central a la hora de preparar a su compañía para la nueva normalidad que está surgiendo tras la pandemia y que será, sí o sí, digital.
Los restos que conforman la agenda del director de sistemas y TI en esta nueva normalidad han sido abordados en el evento de CIO Digital Summit Spain 2021 organizado por la consultora y en el que hay tanto desafíos propiamente tecnológicos, como de definición de su propio papel en la compañía.
El director de Consultoría y Análisis de IDC Research España, José Antonio Cano, explicó que tras los cambios ocurridos en 2020, como los relacionados con la continuidad del negocio, la automatización como mecanismo de eficiencia, la habilitación del espacio de trabajo o la seguridad del dato, los CIOs se están enfrentando a tres nuevos "grandes megarretos".
Estos son conectar mejor con el cliente gracias al uso de los datos y a la puesta en valor de los mismos; hacer un reskilling de las operaciones con el apoyo de la automatización y la tecnología y conseguir la resiliencia digital ante la vuelta a la nueva normalidad; y construir un nuevo ecosistema con foco en la interrumpibilidad de la cadena de suministro.
La importancia de la nube
Todo esto ocurre en un entorno de nube distribuida y conectada y en el que se está produciendo un auge de la hiperautomatización y de la necesidad de habilitar la inteligencia del dato tanto para generar eficiencias como nuevos y productos y servicios.
Además, también es momento en el que es necesario poner el foco en la monitorización e incremento de productividad del empleado y habilitar la experiencia digital en un entorno que generar una mayor agilidad empresarial con el respaldo de una nueva arquitectura de seguridad.
Respecto al mercado de cloud, Cano destacó que es un campo en pleno proceso de consolidación, como demuestran sus previsiones de crecimiento (28% anual hasta 2024) o el hecho de que el 30% de las aplicaciones ya están en un entorno de nube distribuida.
En este contexto, aseguró que un elemento fundamental para garantizar la eficiencia empresarial es la racionalización de aplicaciones, que además ayuda a evitar los costes ocultos que pueden surgir como consecuencia de la necesidad que tuvieron las empresas en el pasado de desplegar muchas de ellas.
Así, ha asegurado que esta eficiencia, si somos capaces de traducirla en agilidad empresarial, conllevará beneficios como incrementos en la experiencia y la fidelización del cliente, mejoras en la atracción y retención del talento, una reducción del time to market o un aumento de la cuota de mercado.
De hecho, según una encuesta de IDC, el 93% de las empresas que se consideran ágiles son más rentables que las que no lo son. "Existe una correlación positiva entre la agilidad empresarial y la rentabilidad", incidió Cano, que remarcó que esto tiene especial importancia cuando se habla de transformar las operaciones.
Puesto de trabajo y seguridad
Una transformación que también está afectando al espacio de trabajo, donde la automatización es "esencial", no sólo por el incremento de satisfacción y productividad del empleado o el desarrollo de nuevos productos o servicios, sino porque es capaz de definir "el nuevo escenario en el que se va a desarrollar la actividad empresarial".
Así, apunta que avanzamos hacia un puesto de trabajo híbrido, como reflejan sus previsiones de que a finales de 2021 el 30% de los empleados trabajarán desde su casa o fuera de la oficina, el 38% de organizaciones tendrá presupuesto de TI para el teletrabajo y el 47% esté considerando incluir este nuevo modelo en su política de recursos humanos.
Sobre cómo se está transformando el puesto de trabajo, apuntó que la tendencia va a un entorno federado, distribuido, agnóstico en cuanto a dispositivos y de entrega de servicios alrededor del empleado. Así, añadió que será una modelo transparente, habilitado con inteligencia artificial (IA) y con una tendencia a los digital coworkers.
Otro de los pilares tecnológicos que conforman la agenda del CIO es todo lo relacionado con la seguridad, muy vinculado hoy en día al negocio. "Un problema de seguridad se traduce de manera directa en un problema de negocio", advirtió Cano.
En este sentido, remarcó que ante el auge del número y el volumen de las operaciones digitales, es necesario poner sobre la mesa soluciones para abordar tres grandes problemáticas: el incremento y la complejidad de las amenazas, la escasez de profesionales y el elevado tiempo (alrededor del 70%) que el equipo de seguridad dedica a gestionar aplicativos y soluciones de seguridad.
Ante esta situación, subrayó que es necesario avanzar hacia un concepto de automatización y orquestación de la seguridad e integrar o racionalizar los entornos de seguridad. Todo ello para avanzar hacia modelos que, más que soluciones, plantean un marco nuevo que le permitan adaptarse a los nuevos escenarios digitales que irán surgiendo.
El propio rol del CIO
A todos estos retos tecnológicos a los que se enfrenta el CIO, se le añade otro más, que es cómo va a evolucionar su propio rol. Cano apuntó, por ejemplo, que el CIO va a tener que ser capaz de identificar las tendencias que vienen y los cambios en el mercado para adaptar y preparar a la organización tanto de manera tecnológica, como de procesos y cultura.
De esta manera, serán capaces de adaptar los modelos de negocio digitales en cada momento a la casuística concreta del mercado. "Dicho de otra manera, el CIO va a tener que ser más flexible y complejo, o lo que es lo mismo acometerá funciones más pegadas a negocio"
En este sentido, remarcó que los datos reflejan que en el 80% de las ocasiones el CIO está siendo un "elemento clave de asesoramiento" no sólo al comité de dirección o al consejero delegado, sino para otras áreas de la organización.
A este respecto, César Romera, el director de desarrollo de negocio de Kyndryl para el Sur de Europa, añadió que los CIOs tendrán que aprender a pensar como los CEOs. Por ello, considera que deberá considerar y crecer en factores claves como entender cada una unidad de negocio, dirigir proyectos cruzados, generar equipo con resto de altos directivos o reforzar sus habilidades de liderazgo.
Apoyo del Gobierno a la digitalización
El evento CIO Digital Summit Spain 2021 contó para su apertura con la intervención de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, quien recordó el impacto de la covid-19 en el proceso de digitalización de la sociedad y la economía y repasó las distintas medidas adoptadas por el Gobierno en este ámbito en los últimos meses.
Calviño remarcó que en España ya éramos conscientes de la importancia de la digitalización antes de la pandemia y se habían realizado importantes reformas e inversiones en los últimos años, que permitieron afrontar de forma resiliente la demanda de tecnología y conectividad derivada del teletrabajo y las clases a distancia.
Una apuesta por la digitalización que, según subrayó la vicepresidenta primera del Gobierno, no sólo se mantiene, sino que es clave de una recuperación económica "que ya está en marcha" y que debe construir una España "más digital, más verde, más inclusiva y más justo".
De hecho, apuntó que la digitalización es uno de los cuatro pilares del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia junto con la transición ecológica, la cohesión territorial y la igualdad de género. Para lograr esa transformación, casi el 30% de los fondos europeos se destinarán a la digitalización en España, alrededor de 20.000 millones de euros.
En este sentido, Calviño remarcó que el Gobierno "no ha estado de brazos cruzados" esperando el desembolso de los fondos europeos, el primero de los cuales llegó este agosto (9.000 millones de euros). Así, enumeró algunas de las medidas que se han adoptado desde que se presentó en julio de 2020 la estrategia España Digital 2025.
"Todas estas medidas ponen de manifiesto la voluntad del Gobierno por impulsar la digitalización y su apoyo incondicional para que las empresas de nuestro país puedan seguir avanzando hacia una nueva era de revolución tecnológica y progreso digital. Estoy segura de que comparten la prioridad que damos a estos temas y espero contar con su apoyo en este proceso tan importante para nuestro país", concluyó.
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