Reforzar el español y las lenguas cooficiales en el sector digital o, dicho de otra manera, conseguir que la inteligencia artificial (IA) nos entienda. Ese es el objetivo principal que busca uno de los últimos proyectos estratégicos aprobados por el Gobierno, el PERTE de la Nueva Economía de la Lengua, dotado con 1.100 millones de euros, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Cristina Gallach, que ocupa el puesto de Comisionada Especial para la Alianza de la Nueva Economía de la Lengua, es una de las personas al frente de esta iniciativa que trabaja para reforzar la presencia de dicho idioma en la tecnología. "Al final, cuando le pides a un asistente de voz algo, quieres que te comprenda y te responda utilizando el lenguaje adecuado, aquí las variedades dialectales y los acentos influyen muchísimo", resume.
En una entrevista con D+I, Gallach señala que uno de los puntos fundamentales dentro de este aspecto es explicar la relevancia que supone en la transformación digital, ya que se trata de un sector "relativamente nuevo".
Según cuenta, todo el mundo comprende que se produzca una inversión industrial con el objetivo de fabricar baterías para los coches, pero no está tan extendido que se dediquen recursos a promocionar tecnologías de la información. "Aquí es donde tenemos trabajo que hacer", señala.
Así, la Comisionada precisa que su posición consiste en"coordinar, dinamizar y divulgar" las acciones que se hacen en el marco del PERTE, ya que dependen de diferentes Ministerios u organizaciones en función de su finalidad. "Nuestra función es avanzar hacia el objetivo común que es el refuerzo de la lengua y una mayor presencia del español y las lenguas cooficiales en el soporte digital", puntualiza.
Cuatro grandes áreas: cultura, ciencia, enseñanza y tecnología
En este el camino, el proyecto estratégico divide su enfoque en cuatro grandes áreas, entre ellas la promoción de las industrias culturales, que depende del Ministerio de Cultura y del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, y se materializa en la digitalización de grandes museos como El Prado o en iniciativas para desarrollar el español en el sector gaming, además de en otros productos de entretenimiento como las series.
La segunda pata tiene que ver con el impulso a la ciencia en español, desde la publicación de tesis doctorales a las investigaciones. "Hay que conseguir que haya más y que esté mejor valorada", apunta Gallach, que afirma que "hay un monopolio muy grande de publicaciones en inglés".
La Comisionada explica que si se consigue "dar un salto" en la accesibilidad y la visibilidad de las producciones científicas en español a través de la divulgación o la traducción, su valor crecerá y los científicos no dudarán en apostar por dicho idioma. Para ello, precisa, están gestionando redes entre universidades y otros organismos como la Secretaría Iberoamericana.
El tercer espacio está dedicado a la enseñanza "en español y del español", donde confluyen el Ministerio de Educación a través de la educación reglada, y el Instituto Cervantes, en la parte de educación no reglada, así como el Ministerio de Exteriores, con la Dirección General de Español en el Mundo. Según explica Gallach, están llevando a cabo un proceso de digitalización y transformación importante para conseguir una "mayor proyección de la lengua" en todas partes, desde África a Europa del Este, donde existe "un gran interés" por su conocimiento.
La última vertiente del PERTE está relacionada con las iniciativas dentro del mundo digital, dirigidas, en su mayoría, desde la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA), dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
En este caso, apunta, se llevan a cabo acciones "muy tecnológicas" cuyo objetivo es trabajar los algoritmos, crear redes de centros de inteligencia o de cátedras de IA. Este área, además, funciona de forma transversal a las otras tres.
"Hay acciones avanzadas en cada uno de los ámbitos del PERTE"
Gallach señala que hay iniciativas avanzadas en "prácticamente todos los ejes", entre las que destaca la creación del Observatorio del Español. Este organismo, explica, está siendo dotado de personal en la actualidad, aunque "de poco", dado que funciona como "una extensión del Instituto Cervantes", y, actualmente, tiene "dos encomiendas" relacionadas con la creación de bases de datos (corpus) y la valoración de las certificaciones relacionadas con el español.
Actualmente, también está en vigor el programa LEIA (Lengua Española e Inteligencia Artificial), dependiente de la SEDIA e impulsado por la RAE, al cual se acaba de conceder una subvención de cinco millones de euros para poder avanzar en sus objetivos.
Además, la Comisionada señala que, en la parte de industrias culturales, "prácticamente la totalidad de los recursos identificados de cultura han ido a parar a las Comunidades Autónomas para acciones puntuales dentro de cada uno de los territorios". En este punto, también apunta que se han transferido recursos al ICEX para "misiones comerciales" que atraigan más producciones a España.
"En estos momentos creo que se puede asegurar que hay acciones en cada uno de los grandes ámbitos del PERTE", afirma, aunque precisa que ellos no gestionan los recursos financieros, sino que realizan el proceso de acompañamiento, identificación o promoción a los diferentes actores, tanto del ámbito público como privado.
Una circunstancia "que no se había dado nunca"
Gallach explica que la importancia de este proyecto estratégico recae en que es la primera vez que se destina "una cantidad importante de recursos públicos, los fondos europeos, para fortalecer la lengua en distintas áreas".
El objetivo, según la Comisionada, es "hacer crecer la nueva economía" y, con ella, el sector empresarial, donde destacan pymes y startups, aprovechando el salto tecnológico de los últimos años que ha afectado a áreas como el procesamiento del lenguaje natural, que ha dado como resultado "una explosión de aplicación y servicios".
[La inteligencia artificial en español necesita lingüistas para hacerse entender]
Según apunta, la materialización de las acciones llevadas a cabo a partir de este PERTE se podrán observar tanto en la posibilidad de interactuar con un asistente de voz en alguna de las lenguas cooficiales de forma fluida, de emitir diagnósticos médicos de forma automática, de cumplimentar una reclamación o de ahorrar tiempo en juicios mediante la búsqueda de documentos concretos asociados. "Hay numerosas aplicaciones en la vida cotidiana, cada vez van aflorando más, y todas tienen el doble eje: la lengua, oral o escrita, y la tecnología", resume.
"En este momento, hay una circunstancia de madurez tecnológica y de recurso de la lengua que no se había dado hasta ahora", concluye.