Y es que, aunque la transformación digital de la sociedad ha traído aparejada multitud de beneficios y posibilidades, su consolidación también ha ido de la mano de diferentes retos relacionados con el medioambiente. Entre ellos, un incremento considerable del consumo energético, lo que ha hecho imperante la necesidad de transicionar a energías limpias, o del porcentaje de emisiones de CO2. 

De hecho, la contaminación digital, es decir, las emisiones de carbono detrás de la actividad digital (desde el consumo de los centros de datos hasta el de las redes o el de los dispositivos electrónicos), ya se asemeja a la del cuarto país más contaminante del planeta y tiene un impacto en el calentamiento global mayor que el de toda la industria de la aviación, según datos recopilados por Iberdrola. 

[De la supercomputación a la ética: el Gobierno despliega una estrategia para liderar la inteligencia artificial]

También, de acuerdo con un informe del Parlamento Europeo, el uso de tecnologías de la a información y de las comunicaciones supone entre un 5% y un 9% del consumo total de electricidad en todo el mundo, y podría llegar al 20% en 2030. 

Esta situación se ha visto, además, multiplicada con la llegada de la inteligencia artificial y su vertiente generativa, que ha incrementado la potencia de cálculo necesaria para hacer las búsquedas, lo que, a su vez, provoca un mayor consumo energético y, también, centros de datos de mayor tamaño. El resultado, una vez más, es mayor gasto energético y contaminación. 

Ante este panorama, instituciones, organizaciones, gobiernos y empresas de todas las regiones del mundo han mostrado su compromiso con adoptar medidas que ayuden a lograr el desarrollo de una tecnología más respetuosa con el medioambiente y la reducción de las emisiones. Europa, por ejemplo, incluye esta meta en la Década Digital, el marco que guía las acciones de la región en lo relativo al ámbito digital y donde la sostenibilidad tiene gran protagonismo. 

A nivel nacional, España también se ha sumado a este objetivo a través de diferentes planes y estrategias, pero, sin duda, el más ambicioso es el llamado Plan Nacional de Algoritmos Verdes (PNAV), una hoja de ruta que se enmarca dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, dentro de la Agenda España Digital 2026 y que forma parte de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, tanto en su versión original como en la recién aprobada por el Gobierno. 

Soluciones inteligentes a desafíos ecológicos

Esta iniciativa, aprobada a finales de 2022 por el Consejo de Ministros, tiene como objetivo avanzar en el desarrollo de tecnología respetuosa con el medioambiente, guiada por criterios de sostenibilidad y aplicada al desarrollo de acciones contra el cambio climático, según explicó el Ejecutivo en su día. Para ello, cuenta con una inversión de 257,7 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation hasta 2025. 

En concreto, este proyecto pone especial foco en la inteligencia artificial, dado que esta tecnología, a pesar de su gran potencial, también viene asociada a diferentes amenazas como el alto coste energético que acarrea su desarrollo. Así, el propio Plan precisa que la IA debe enmarcarse en un contexto de "responsabilidad y sostenibilidad", comprendiendo su impacto y fomentando un despliegue "verde". 

De hecho, el concepto de "verde por diseño" (green by design, en inglés) aparece a lo largo de todo el PNAV, lo que se traduce en integrar variables de sostenibilidad desde la propia concepción y el desarrollo inicial de los algoritmos para avanzar hacia la doble transición, "verde y digital". 

Cuatro ejes para lograr algoritmos verdes

Para lograr estos objetivos el Plan se estructura alrededor de cuatro ejes. El primero está centrado en fomentar la investigación en materia de inteligencia artificial sostenible, para lo que desgranan algunas metas como la financiación de investigadores a través del Spain Talent Hub para contar con los mejores especialistas en este campo o el desarrollo de un área específica sobre IA y su impacto en el medioambiente dentro de la Red Española de Excelencia en IA. 

También, aquí se contempla la creación de cátedras universitarias asociadas a los algoritmos verdes. Finalmente, la resolución de esta convocatoria llegó a principios de este año y, entre las seleccionadas, se encontraba la Cátedra de la Universidad de Coruña en colaboración con Inditex llamada "IA en Algoritmos Verdes", que llevó asociada una subvención de casi 900.000 euros. 

El segundo eje del PNAV se basa en impulsar el uso de infraestructuras y servicios eficientes que permitan la ejecución sostenible de modelos de IA que incentiven el consumo energético de fuentes renovables. Aquí se contemplan algunas iniciativas como desarrollar estándares y herramientas que ayuden a medir el consumo energético de los algoritmos, la certificación de empresas con servicios de hardware y software sostenible o un sello de Calidad Green Tech para distinguir los modelos que cumplan con criterios responsables medioambientalmente. 

[Las líneas maestras de José Luis Escrivá en digitalización: nueva ley de ciberseguridad y ejecución de fondos europeos]

En julio de 2023 el entonces Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital (ahora Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública) adjudicó los servicios de consultoría necesarios para la puesta en marcha del Plan a Accenture. En concreto, la tecnológica fue elegida en tres de los cuatro lotes en los que está dividido el contrato (2, 3 y 4, el último en UTE junto a Yellow S.L), con una propuesta de dos millones de euros, mientras que el restante correspondió a Balidea, con 686.000 euros. 

Accenture será, así, la empresa encargada de desarrollar estándares y guías que ayuden a medir el consumo energético de algoritmos de IA, así como el despliegue de un software para calcular el impacto medioambiental en la construcción de modelos de IA. También, deberán realizar un esquema de certificación y el famoso sello Green Tech. 

Mientras, Balidea se dedicará al diseño y desarrollo del software de la plataforma Green AI. 

Muchas iniciativas, poco aterrizaje

El tercero apuesta por integrar la inteligencia artificial verde y blockchain en el tejido productivo a través de, por ejemplo, el desarrollo de Misiones I+D+I Green by Design, invirtiendo en tecnologías sostenibles dentro de la iniciativa RETECH o mediante NextTech, el instrumento de inversión público-privada. 

En este sentido, cabe mencionar que en marzo de 2023 se lanzó la iniciativa RETECH IA, dotada con 258,8 millones de euros de los 500 millones de inversión total que acumula el programa entre las aportaciones del Estado y las regiones. Entre los 13 proyectos presentados por el Ejecutivo se pueden encontrar algunos directamente relacionados con la integración de la IA en el tejido productivo de diferentes sectores como el turístico, el industrial o el agroalimentario. 

No obstante, de momento, poco más se sabe de estas iniciativas puestas en marcha hace ya más de un año. 

Por último, el cuarto aboga por dinamizar el mercado español a través de la inteligencia artificial verde, promocionando la adopción de sistemas de inteligencia artificial en sectores o casos de uso en los que el objetivo sea reducir los elementos que contribuyan al cambio climático o que sirvan a mitigarlos. 

Aquí se propone la celebración anual de los Desafíos Green AI, competiciones de desarrollo tecnológico donde se ofrezcan soluciones a retos medioambientales, aunque, de momento, poco o nada se ha movido alrededor de esta sugerencia.