El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, ha afirmado que para hacer de España una potencia digital no solo son necesarias herramientas de financiación, sino también medidas estructurales relativas a la legislación o las infraestructuras. "Son muchas las ayudas ejecutadas y disponibles, aunque sabemos que con eso no basta, para hacer de España la potencia digital actual fueron, son y serán necesarias medidas estructurales", ha insistido. 

Así, ha destacado algunas acciones que ha llevado a cabo el Gobierno en los últimos años como la ley de startups o el fomento de la conectividad, que ha permitido situar a España como el tercer país mejor conectado del mundo. 

Las declaraciones del recién nombrado ministro se han producido en el marco de un evento organizado por el South Summit y Google dedicado a analizar las conclusiones del informe elaborado por el expresidente del Banco Central Europeo y ex primer ministro italiano, Mario Draghi, bajo el título "Competitividad de la Unión Europea: mirando hacia el futuro" y publicado hace unas semanas. El documento, dividido en dos partes, define, por un lado, las grandes transformaciones a las que la Unión Europea debe hacer frente y, por otro, incluye propuestas y recomendaciones específicas centradas en diez sectores.

En línea con este texto, López ha explicado que el mundo no se encuentra "en una época de cambios, sino en un cambio de época", donde la revolución tecnológica está transformando todas las áreas vitales, desde la alimentación al turismo o el marketing. Todo ello, además, en un contexto internacional que ha definido como "complejo y volátil", debido a los conflictos armados y las tensiones geopolíticas, que viene aparejado de diferentes retos. 

Así, el responsable de Transformación Digital y Función Pública en España, ha destacado dos de los desafíos que tiene Europa en este nuevo ciclo, entre ellos, reducir el "gap" de innovación respecto a Estados Unidos y solventar la dependencia de la región en áreas estratégicas respecto a otros países. 

En el caso concreto de España, el ministro ha afirmado que el país parte de una posición "inmejorable" gracias a sus potentes infraestructuras, el talento en competencias digitales, las empresas tractoras con las que cuenta, así como las startups, las universidades punteras o una Administración pública altamente digitalizada.

El ministro ha insistido en que la colaboración entre el sector público y privado es "estratégica" para resolver estos retos, no solo a nivel europeo, sino también a nivel nacional. En este sentido, ha dado a conocer algunos ejemplos de empresas que se han beneficiado de líneas de ayudas puestas en marcha por organismos públicos y ha animado al resto de emprendedores a optar a las que siguen operativas. "La transformación tecnológica es una gran oportunidad, el momento del salto es ahora y el Gobierno de España quiere darlo con vosotros (los emprendedores)", ha concluido. 

Un marco global y equilibrado

La secretaria de Estado de Industria, Comercio y Turismo, Rebeca Torró, ha sido la encargada de inaugurar el encuentro durante una intervención en la que ha defendido también la necesidad de la colaboración entre el sector público y el privado para avanzar en la construcción de una sociedad más próspera, sostenible y competitiva. En este contexto, Torró ha insistido en que una de las prioridades del gobierno es continuar desplegando los instrumentos necesarios y los recursos adecuados para continuar hacia la reindustrialización del país, con especial foco en la transición energética y digital. 

Durante la convocatoria, también ha intervenido el presidente de Asuntos Globales de Google y Alphabet, Kent Walker, que ha versado su ponencia sobre la regulación que ha desarrollado la Unión Europa alrededor de la inteligencia artificial (IA). Walker ha insistido en que es necesario apostar por normas equilibradas que no solo protejan de los desafíos asociados a esta tecnología, sino que también permitan su despliegue. "La normativa debe resolver los problemas reales", ha afirmado. 

Según ha explicado, actualmente hay multitud de estándares relativos a esta herramienta a nivel global, lo que complica su implementación, por lo que ha pedido apostar por una única hoja de ruta que sea transversal a todas las regiones. En este camino, ha precisado que es imprescindible trabajar con los gobiernos, tanto a nivel regional como europeo para construir estándares que permitan avanzar de la mejor forma posible.