"No habrá una década digital en Europa sin innovación en salud", esa es la principal conclusión de un informe elaborado por Digital Europe que señala que la tecnología será clave para desbloquear una sanidad mejorada para la región.
Según apunta el documento, la UE tiene el potencial necesario para liderar la transformación digital en el ámbito sanitario, pero debe tomar la iniciativa y definir una hoja de ruta política concreta para avanzar en este camino.
Y es que, de acuerdo con los autores, a pesar del enorme talento en investigación en este sector (especialmente, en áreas como la biotecnología, la tecnología computacional o los productos farmaceúticos), es muy común que los grandes descubrimientos de este campo se trasladen a otros lugares para terminar de florecer debido a que es más fácil acceder y usar datos confiables a escala.
"Seguimos perdiendo talento que podría ayudarnos no solo a hacer crecer un sector fundamental, sino a orientar el desarrollo de nuevas tecnologías de la salud para garantizar la igualdad de acceso a los servicios y salvaguardar la cobertura universal", precisan los expertos que participaron en la elaboración de dicho estudio.
Así, señalan que es fundamental que Europa tome la iniciativa y ofrezca una hoja de ruta concreta con la que desbloquee su potencial basada en tres pilares: canalizar las inversiones, promover los flujos de datos y permitir que las tecnologías de salud se adopten escalonadamente. Todo ello, explican, deberá materializarse a nivel comunitario, nacional e internacional.
"Es necesario que los líderes, públicos y privados, lleven a cabo medidas decisivas que permitan asegurar que la región está al mando", precisan.
Europa, al frente de la transformación digital en salud
Europa se posiciona como la protagonista idónea para impulsar la transformación digital, entre otras razones, porque alberga algunos de los mejores sistemas sanitarios de todo el mundo que, además, están estrechamente relacionados con los principales institutos de investigación y las empresas. Esto, señala, "es un tesoro de datos de salud", a pesar de que la UE carece de una red armonizada para el uso de los mismos.
A esto se suma el trabajo que están llevando a cabo desde las instituciones para construir soluciones que permitan el flujo de información transfronteriza de forma segura y garantizando la privacidad. En este apartado, cobra relevancia el famoso Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) que, a punto de cumplir un lustro desde su aplicación, ya está considerado todo un éxito en materia regulatoria.
De hecho, la UE también se ha situado como un líder mundial en verificación y validación transfronteriza de los datos de salud de forma segura con el Pasaporte COVID, con más de 700 millones de certificados emitidos.
Los autores del informe señalan que Europa tiene la oportunidad de capitanear en tres campos concretos: la salud conectada, la medicina de precisión y los gemelos digitales, todas basadas en datos y cruciales para que avance en la atención centrada en las personas.
No obstante, explican que la confianza de la sociedad, los pacientes y los profesionales de este ámbito son imprescindibles para aumentar el flujo de información y que la región se convierta "en el punto de acceso mundial" en la atención basada en los usuarios.
El informe revela que los usuarios están dispuestos a utilizar herramientas digitales para gestionar la salud siempre que se utilicen teniendo en cuenta sus necesidades. En concreto, más de un 30% si le sirviesen para tener información más precisa sobre su salud.
Los diez campos en los que Europa debe centrar su apuesta en salud digital
En este contexto, el informe revela diez campos en los que la tecnología es clave en pos de una salud más digital en Europa basada en la innovación y que tenga un mayor impacto en la sociedad en su conjunto.
El primero tiene que ver con las herramientas enfocadas en la atención personalizada que facilite el seguimiento por parte de los profesionales, a la que se une la apuesta por los algoritmos preventivos que permitan anticipar el diagnóstico de enfermedades crónicas y ralentizar su progresión.
En tercer lugar, el documento destaca la integración de los distintos servicios de forma fluida y accesible y, en cuarto, la digitalización de la cirugía en pos de intervenciones menos invasivas, más personalizadas y con mayor grado de predicción de los resultados.
El informe también menciona la difusión de la atención en remoto y la telesalud, especialmente a raíz de la pandemia, y la descentralización de los ensayos clínicos, que hasta el momento se han visto limitados por el tamaño de la población de cada país, gracias a tecnologías y dispositivos portátiles.
En séptima posición, el documento destaca la vinculación de los datos genómicos con otra información sanitaria, lo que ayudará a impulsar el desarrollo de nuevos tratamientos para pacientes. A esta se suma la apuesta por las terapias celulares.
Completan la decena la apuesta por las simulaciones a medida de procedimientos invasivos para personalizar la terapia o planificar la cirugía y el desarrollo más rápidos de dispositivos y medicamentos mediante gemelos o modelos digitales.
No obstante, los expertos precisan que, además de redoblar su esfuerzo en estas áreas de salud digital, Europa debe reforzar la colaboración existente entre el Gobierno, la industria, los miembros de la región y el resto de actores.
El papel internacional, europeo, nacional y regional
Así, a nivel europeo, el informe precisa que es necesario apostar por herramientas que permitan coordinar las acciones de cada país y liberar fondos que ayuden al desarrollo del EHDS (Espacio Europeo de Datos Sanitarios), ya que el presupuesto de la UE entre 2021 y 2027 es de 5.300 millones de euros para el programa EU4Health destinado a 447 millones de habitantes, algo que considera "insuficiente".
Además, se deben impulsar las habilidades en salud digital (se estima que solo el 65% de los adultos de la región tendrán competencias básicas en esta materia para 2030, lejos del objetivo del 80%) y aprovechar las iniciativas público-privadas en pos de una mayor investigación.
En materia de flujos de datos, también piden evitar la fragmentación derivada del RGPD en el EHDS y promover una armonización de normas de protección en todos los estados miembros para permitir la reutilización de datos de salud a escala y facilitar el intercambio transfronterizo de forma segura. A la par, recomiendan crear un organismo que dirija la implementación de esta iniciativa.
Por su parte, a nivel nacional y regional, precisan que se debe insistir en la coordinación y estandarización de los datos, a la par que se invierte en herramientas de ciberseguridad para los nuevos dispositivos de salud conectados y se apoya la transformación digital de las organizaciones sanitarias. Todo ello, acompañado de la formación en habilidades tecnológicas de los empleados de la atención médica.
Mientras, en el espacio internacional señalan que es fundamental apostar por la cooperación y la alineación de los estándares y códigos de datos en materia sanitaria.