España, ante su oportunidad de liderar la digitalización en Europa en las próximas elecciones al Parlamento
El país tiene la oportunidad de consolidar el trabajo hecho durante la presidencia del Consejo y convertirse en referente en la construcción del nuevo escenario tecnológico.
7 abril, 2024 03:24A principios del próximo mes de junio, los ciudadanos de los países de la Unión Europea están llamados a las urnas para elegir a sus representantes como diputados al Parlamento Europeo, el organismo que representa los intereses de los habitantes de la región comunitaria.
La importancia de esta institución es clave, ya que los eurodiputados son los encargados de dar forma y decidir las nuevas leyes que influirán en la vida de la UE, junto a los representantes de los gobiernos de los estados miembros. También, es la encargada de aprobar el presupuesto y controlar cómo se gasta el dinero, elegir al presidente de la Comisión Europea, nombrar a sus comisarios y obligarles a rendir cuentas.
España tiene un peso especial en este organismo, ya que es uno de los países que obtiene una mayor representación en el mismo, ocupando la cuarta posición por diputados elegidos, con 61, solo por detrás de Alemania (96), Francia (81) e Italia (76), debido a la extensión de la región. Sin embargo, el potencial español no solo es cosa de números, sino también de liderazgo.
El calendario ha hecho que estos comicios se produjesen apenas unos meses tras la finalización de la presidencia rotatoria de España del Consejo de la Unión Europea, que se cerró en diciembre del anterior ejercicio. De hecho, el turno español de esta institución fue el último que se produjo en su totalidad antes del cambio de la composición del Parlamento.
Durante los seis meses que el país ocupó esta posición, se produjeron hitos muy relevantes a nivel legislativo, especialmente en el plano digital, que consolidaron la importancia de esta región en este campo y le preparan para ser uno de los estados miembros líderes en la próxima legislatura del Parlamento Europeo.
Liderazgo en la presidencia del Consejo
España entró a presidir el Consejo de la Unión Europea en un contexto que, como poco, se anticipaba complejo, no solo a nivel internacional (donde aún seguían los ecos de la crisis posterior a la pandemia o la guerra en Ucrania), sino también nacional (con la convocatoria anticipada de unas inesperadas elecciones generales).
A pesar de ello, el país solventó la que era su quinta presidencia rotatoria de este organismo con los deberes hechos en el ámbito digital en una período clave para convertir la tecnología en un elemento de impulso a la economía europea.
Así, entre los hitos alcanzados durante este período, España llegó a un acuerdo provisional con el Parlamento para desarrollar un nuevo marco para la Identidad Digital Europea, que modifica el Reglamento eIDAS, actualmente en vigor. También, impulsó la Ley de la Europa Interoperable, con la que la región espera reforzar este aspecto, así como la cooperación transfronteriza en el sector público en toda la UE.
En esos seis meses el país puso en marcha la Ley de Ciberresiliencia de la Unión Europea, la primera de este tipo en este territorio, con la que Europa busca elevar el nivel de ciberseguridad de los productos digitales, introduciendo requisitos obligatorios y proporcionados para todo hardware y software en función del nivel de riesgo asociado.
Además, realizó una revisión intermedia de la Ley de Ciberseguridad para incorporar ciertas especificidades y emitió recomendaciones sobre la Ley de Cibersolidaridad, que terminó de consolidarse durante la actual presidencia belga.
Por otro lado, España impulsó la primera declaración europea para proteger los derechos digitales en el desarrollo de la neurotecnología, una declaración sobre un enfoque europeo para startups y scaleups, la firma del Pacto Cuántico y una declaración para reforzar y avanzar en la cooperación en inteligencia artificial con países de Europa, Latinoamérica y del Caribe.
Hablando de inteligencia artificial, no se puede obviar que la "guinda del pastel" de la presidencia española fue el acuerdo provisional sobre el Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial (AI Act), tras cinco trílogos (el último con casi 40 horas de negociación), una de las leyes más esperadas. Hace apenas unas semanas, el Consejo y el Parlamento refrendaron su apoyo ante esta normativa, que ha pasado a su revisión legal antes de que sea formalmente adoptada.
Ahora: el Parlamento
La posición que ocupó España durante estos seis meses al frente del Consejo de la UE y el liderazgo que tuvo en cuestiones relacionadas con el ámbito digital le sitúan en un muy buen lugar frente a la próxima legislatura en el Parlamento.
La región demostró en este período la "buena salud" de la que goza su economía digital, impulsada por un ecosistema creciente de emprendimiento, con startups y scaleups relevantes en el panorama, amplia conectividad, diferentes hubs tecnológicos repartidos por todo el territorio y una extensa red de talento. Además, destacó su posición como puente entre Europa y América Latina o el norte de África.
Ahora, este país tiene la oportunidad de consolidar el trabajo hecho y aprovechar este impulso para convertirse en una región referente en la construcción y regulación del próximo escenario tecnológico, jugando un papel mucho más importante en los procesos de decisiones que se lleven a cabo durante los siguientes cinco años en el Parlamento Europeo.