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Este lunes, diez scaleups españolas dedicadas a desarrollar tecnologías disruptivas (deep tech) se van a integrar en el selecto Scaling Club del Consejo Europeo de Innovación (EIC, por sus siglas en inglés), que es el gran gestor de dinero de la Unión Europea dedicado a promover los grandes avances innovadores.

En el evento de dos días que empieza hoy en Atenas, titulado Scale 100 Forum, segundo que celebra el club en sus dos años de existencia, se dará la bienvenida formal a las 120 compañías integradas, que actúan en una decena de mercados diferentes, dentro tres grandes áreas: digital, clima y salud. En Atenas se incorporan al club 72 nuevos miembros. Hasta ahora había 48, cuyos nombres se dieron a conocer el pasado abril. 

Las diez españolas que se integran actúan en seis de los mercados en los que EIC centra su atención: Algaenergy, en tecnología agroalimentaria; Basquevolt, en baterías y almacenamiento de energía; Anaconda Biomed y Aortyx, en terapias cardiovasculares;  Hydrogen Onsite, Jolt Solutions y Zeleros, en combustibles limpios e hidrógeno;  Amadix y MiMark Diagnostics, en nuevas plataformas biotecnológicas; y PLD Space, en nueva tecnología espacial.

El EIC Scaling Club es una comunidad seleccionada que cuenta con que sus 120 scaleups de deep tech se conecten con cientos de colegas, inversores, innovadores corporativos, socios y otras partes interesadas de la industria para estimular el crecimiento colectivo.

Su propósito es ayudar a las empresas de "tecnología profunda" seleccionadas "a mano" por un jurado integrado por inversores y expertos de la industria que han tomado en consideración la idea de negocio de cada candidatura, su escalabilidad y el equipo que las sustenta.

Integrarse en esta iniciativa les ofrece apoyo para la recaudación de fondos, mentoría y coaching de liderazgo, identificación de asociaciones corporativas y emparejamiento, además de visibilidad en los medios y ayudas para encontrar talento que reclutar.

El ambicioso objetivo del Club es acelerar el crecimiento de todos sus miembros y conseguir que el 20% de ellos se conviertan en unicornios.

Teresa Cunha, coordinadora del EIC Scaling Club, subraya que las empresas llamadas a su seno "ya han recaudado colectivamente más de 3.400 millones de euros hasta la fecha. Con el respaldo de más de 400 miembros dedicados del club, estas empresas están bien posicionadas para abordar los desafíos globales clave dentro de sus respectivas industrias".

Lo que no deja de ser curioso es la especialización en los mercados, en cuya concurrencia se postulan las scaleups aspirantes. El caso de Zeleros podría parecer paradigmático de lo que en ámbitos de startups se suele definir como "pivotar". Pasar de una actividad a otra.

Zeleros, nacida de la Universidad Politécnica de Valencia (hace unos días trasladó formalmente a Cuenca su sede), es un proyecto ya muy avanzado para crear el tren de levitación magnética dentro de tubos casi al vacío llamado hyperloop.

El problema es que no parece probable que en los próximos años se vayan a poner en marcha grandes proyectos para construir las infraestructuras necesarias para el hyperloop. Harán falta ingentes inversiones.

Miura 1 de PLD Space.

La ventaja de Zeleros, por contra, es que ha desarrollado en paralelo avanzadas tecnologías necesarias para la levitación magnética y el almacenamiento de energía eléctrica. Sus vehículos se diseñan para tener propulsión autónoma. Y eso le da una buena posición de ventaja en el segmento para el que ha sido seleccionada.

No obstante, David Pistoni, cofundador y CEO de Zeleros, después de proclamar su "orgullo" por estar "entre las elegidas a nivel europeo", confiesa a Disruptores El Español que no da por amortizado el empeño en el hyperloop. "Es un tema que tenemos aún que hablar con la organización, porque no tengo muy claro cómo ha sido el reparto de los grupos. Justamente en hidrógeno, de momento, no nos hemos metido. Lo que hemos hecho es poner al servicio de mercados más maduros nuestra capacidad tecnológica y nuestro producto de baterías".

 La visión de hyperloop

"Nuestra visión sigue siendo hyperloop", reivindica Pistoni, recordando que la CE y el informe Draghi lo identifican como una prioridad estratégica: "La presidenta de la Comisión Europea [Ursula Von der Leyen] se lo ha planteado así al comisario de Transporte: hyperloop como uno de los sectores estratégicos".

"Los próximos pasos son [disponer] una pista de pruebas, que creemos que España tiene todos los ingredientes para ello, colaborando con otras empresas y con nuestros compañeros de Hardt en Holanda. Creemos que se puede hacer en España y que Europa tiene mucho que decir. Aunque China y Estados Unidos van muy rápido también", concluye Pistoni.

Otra compañía española seleccionada, que ha sido noticia en días recientes, es PLD Space, scaleup nacida en Elche con la ambición de desarrollar cohetes reutilizables para poner cargas en órbita, con motores propios y a precios económicos. Es una gran avanzada de la carrera espacial en Europa.

En el caso de PLD Space no se puede hablar tanto de pivotar como de ampliar sus objetivos, después de un primer lanzamiento de su cohete experimental Miura-1 el 7 de octubre de 2023. Ahora el objetivo es poner en funcionamiento su Miura-5, que debe ser capaz de llevar cargas a la órbita. Y otro proyecto mucho más excitante y reciente: construir una cápsula para llevar seres humanos al espacio.

La cápsula Lince sería la primera nave europea privada capaz de llevar tripulantes. Podría ser impulsada por el próximo cohete Miura Next. PLD Space ha creado su propio motor de combustible líquido, el Teprel ahora en su versión C, la cuarta generación, que es la que utilizó con el Miura 1 y será "el corazón del Miura 5", según Raúl Torres, cofundador y CEO.

Hasta ahora, la scaleup ilicitana ha conseguido grandes apoyos institucionales, empezando por la Unión Europea y la ESA, con la que ha firmado interesantes contratos, el gobierno español, a través del CDTI, y empresas como GMV y Acciona. Con casi una veintena de socios ‘ganó’ el Perte espacial para desarrollar un microlanzador. Es, sin duda, puntera en nueva tecnología espacial en Europa.

Alimentación y energía

En el ámbito de tecnología agroalimentaria, AlgaEnergy trabaja con algas, como resulta fácil de adivinar por su nombre, planteándose "poner en valor el fenómeno de la fotosíntesis", en palabras de su presidente Augusto Rodríguez Villa, para afrontar "simultáneamente, las tres graves crisis que hoy sufre la humanidad: la alimentaria, la energética y la medioambiental".

Con sede en Alcobendas, Madrid, AlgaEnergy presume de haber conseguido escalar los procesos de cultivo de microalgas para crear sus primeros productos. Tiene una planta de cultivos en el aeropuerto de Barajas, la Plataforma Tecnológica de Experimentación con Microalgas, y otra en Arcos de la Frontera, Cádiz, donde se desarrolla, "como objetivo secundario", la biofijación de dióxido de carbono, transformándolo en un producto comercial. Esta planta, que lleva 10 años operativa, es propiedad de Iberdrola y produce nutrientes para las cosechas.

Basquevolt, está instalada en el parque tecnológico de Vitoria. Aspira a convertirse en "líder europeo en las baterías de próxima generación de litio en estado sólido", para avanzar en el despliegue masivo de transporte eléctrico, almacenamiento de energía a gran escala y dispositivos portátiles.

Ha desarrollado un compuesto propio para el electrolito de las baterías, que asegura que las hace muy competitivas y seguras. Lleva 10 años trabajando en ello y cuenta también con el apoyo del CDTI, el gobierno vasco, Iberdrola, Enagas y el KIC InnoEnergy del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología.

En el ámbito de los combustibles limpios e hidrógeno, Hydrogen Onsite (H2Site) nació en 2020 como una spinoff entre dos centros de investigación, la española Tecnalia y la Universidad de Tecnología de Eindhoven, Holanda. Tiene su centro de producción en Bilbao.

Ambas entidades llevaban 10 años trabajando en el desarrollo de membranas, para separar el hidrógeno de compuestos mixtos, y el diseño de un reactor específico.

Las membranas que desarrolla H2Site, con una aleación de paladio como base, pueden facilitar la extracción de hidrógeno a partir de mezclas de gas natural, con monóxido o dióxido de carbono en formaciones naturales.      

En el mismo grupo figura Jolt Solutions, la mayor spinoff del ICIQ de Barcelona, cuya ambición es producir hidrógeno verde por el procedimiento de catálisis. Han desarrollado un proceso que denominan Sparkfukem que, dicen, "puede establecer el estándar del siglo XXI para producir electrodos".

Salud y biotecnología

En el campo de la salud, Anaconda Biomed ha sido seleccionada por el EIC, para el mercado de terapias cardiovasculares. La startup barcelonesa se dedica a los dispositivos médicos y asegura estar desarrollando la próxima generación de catéteres para practicar trombectomías.

El EIC cuenta con la también barcelonesa Aortix en ese mismo mercado de atención cardiovascular. Su primer producto patentado es un parche adhesivo, biomimético y bioabsorbible, que se inserta en la aorta mediante un catéter endovascular y un desplegador patentado. El parche se adhiere a la aorta, cubriendo el desgarro, deteniendo el flujo sanguíneo de la falsa luz y promoviendo la reparación natural y la biointegración.

Y, por último, en el mercado de la biotecnología el EIC ha seleccionado a Amadix, la empresa vallisoletana de la que es CEO Rocío Arroyo. Su misión es la detección temprana del cáncer.

Su producto estrella se llama Prevecol y es "el primer análisis de sangre en España, para detectar el cáncer antes de que aparezcan los síntomas. Es una prueba diagnóstica para personas que tratan de adelantarse a la enfermedad, que no quieren esperar a tener síntomas para hacerse una colonoscopia", explica Arroyo.        

La otra startup biotech elegida es Mimark Diagnostics, empresa barcelonesa que aspira a redefinir los diagnósticos ginecológicos, usando los fluidos como fuente de nuevos biomarcadores para atender a la salud de las mujeres.

Su primer producto se llama WomEC y se destina al diagnóstico de cáncer del endometrio, que es el cuarto más común. Y el sexto más letal. En la actualidad la forma de detectarlo es practicando el análisis patológico de una biopsia que, sin embargo, falla en un 31% de las pacientes y proporciona un diagnóstico inadecuado en un 55% de los casos.

El EIC Scaling Club es una iniciativa financiada por el propio Consejo Europeo de Innovación y gestionada en colaboración con Tech Tour, Bpifrance (EuroQuity), Hello Tomorrow, Tech.eu (Webrazzi), EurA y el IESE Business School.