Hasta BB-, tres escalones ya por debajo del grado de inversión. Standard & Poor’s ha dado un nuevo tijeretazo a la calificación crediticia de Cataluña por su desajuste presupuestario. La semana pasada, el Banco de España afloró unas deudas ocultas en la comunidad que ascendían hasta 1.042 millones de euros. Su pasivo supera ya los 67.800 millones de euros, la comunidad con un volumen de deuda más abultado, lo que supone un 34% de su PIB, la tercera autonomía con mayor nivel de endeudamiento.
La agencia de calificación alertó del “muy elevado nivel de endeudamiento” de Cataluña, que lleva desde 2010 sin poder salir a emitir bonos a los mercados. Los inversores exigen una rentabilidad tan elevada a su deuda que hacen que no sea viable emitir. La comunidad autónoma se financia a través del Fondo de Liquidez Autonómica, el FLA, proporcionado por el Estado.
S&P no espera que Cataluña realice una declaración unilateral de independencia, por lo que seguirá contando con la financiación de la administración central. Sin embargo, no descarta que las tensiones con Madrid sigan en aumento, lo que ha llevado a la agencia a mantener su calificación en perspectiva “negativa”. Otra de las grandes agencias de calificación, Fitch, ya alertó en septiembre que la comunidad perdería el grado de inversión que le otorga si pierde el apoyo del Estado.
Este recorte del rating se ha producido justo una semana después de que la agencia mejorase la calificación crediticia de España a BBB+ gracias a las reformas elaboradas en los últimos años. En opinión de S&P, la dirección de las políticas del Gobierno han servido para mejorar el perfil de riesgo de la administración central.