La crisis se ha cebado con los jóvenes, con las generaciones llamadas a modernizar el país, cambiar el tejido productivo y sostener las pensiones de una sociedad que envejece a ojos vista. Durante los últimos años se ha hecho habitual referirse a la tasa de paro juvenil, situada en el entorno del 50%, pero el drama va mucho más allá de quienes no han cumplido los 25 años. Según la última encuesta de población activa hecha pública por el INE y referida al tercer trimestre de 2015, la presente legislatura termina con 873.100 empleados menos en las franjas de edad por debajo de los 40 años.
A pesar de la idea generalizada de que a partir de los 40 es más difícil encontrar un empleo después de haberlo perdido durante la crisis, la EPA muestra que son las franjas de edad a partir de ese suelo aquellas en las que ha aumentado el número de ocupados en la presente legislatura. En concreto, hay 768.700 ocupados más mayores de 40 años que cuando Rajoy llegó al Gobierno. El paro juvenil fue una de las cifras destacadas de la presentación del servicio de estudios Randstad Research este pasado miércoles.