España deja de ser un dolor de cabeza para las grandes empresas
Las operadoras de telecomunicaciones ven crecer sus ingresos por primera vez desde que estalló la crisis.
16 noviembre, 2015 03:34Noticias relacionadas
España ha dejado de ser un problema para la mayoría de grandes empresas. Al contrario, se ha convertido en el motor de generación de ingresos y, en algunos casos, de ampliación de márgenes. Y no se limita a un solo sector. Es lo que está pasando, por ejemplo, con los cinco grandes de la banca española (Santander, BBVA, Bankinter, CaixaBank y Bankia) que, en sus resultados del tercer trimestre del año, han resaltado los 5.000 millones de euros de beneficio que han logrado en el mercado doméstico.
Algo parecido sucede con Repsol. La petrolera vive un momento dual. Por un lado, ve achicar su resultado global por el impacto del precio del crudo, que se mantiene por debajo de los 50 dólares el barril. Este es uno de los peores escenarios para la compañía, que ha realizado sus previsiones para los próximos años confiando en que no se bajara de ese precio base.
Por otro, la energética encabezada por Antoni Brufau tiene un punto positivo en la evolución de su negocio de refino, uno de los últimos eslabones de su actividad. En el tercer trimestre del año, el indicador del margen de refino en España se ha disparado casi un 126%. En estos tres meses ha alcanzado los 8,8 dólares por barril de petróleo, cuando hace un año sólo eran 3,9 dólares. En los últimos dos meses (octubre e inicio de noviembre) este margen se le ha resentido ligeramente, pero aún sigue rozando los 8 dólares por barril.
Otra energética, en este caso eléctrica, que ve repuntar su actividad ‘made in Spain’ es Endesa. La filial de Enel ha elevado un 62% su beneficio comparable entre enero y septiembre, sin tener en cuenta la venta de su negocio en América Latina a su matriz italiana, gracias a España y Portugal. De hecho, reconoce que detrás de los 1.206 millones que ha ganado está la positiva evolución del margen bruto de sus negocios, así como amortización de sus centrales nucleares y de ciclo combinado.
Pero no todo es homogéneo. En el caso de Iberdrola, el margen bruto de su negocio de generación y clientes en el mercado español se ha recortado entre enero y junio un 6,8% (roza los 2.240 millones de euros). Caso distinto es el de su negocio eólico en España, donde el margen bruto es significativamente menor (523 millones) pero se dispara un 9%. Detrás de este último repunte está un incremento de precios, que le ha permitido compensar una menor producción de esta energía ‘verde’.
Las ‘telecos’ despegan tras subir precios
Pero el caso más destacado es el de las grandes ‘telecos’. Las dos grandes del sector, Telefónica y Vodafone, ven cómo sus ingresos trimestrales en España crecen por primera vez desde el estallido de la crisis en 2008. Un cambio de ciclo marcado por su estrategia de adquisiciones. En el caso de la operadora española, a través de la compra de Digital Plus; mientras que Vodafone hizo un movimiento similar con la compra de ONO. Además, hay que tener en cuenta el reposicionamiento de precios, al alza.
La compañía presidida por César Alierta explica en su última presentación de resultados que sus ingresos trimestrales han crecido por primera vez desde hace siete años. Se trata de un repunte muy pequeño y habrá que esperar para ver si significa un cambio de tendencia. En concreto, sus ingresos se incrementaron un 0,2% (2.998 millones de euros), según explica la empresa, porque el mercado es “competitivamente más racional” y el “contexto económico más favorable” ante la “mejora del consumo privado”.
Indica además que en su negocio Movistar Fusión ha logrado una ganancia neta de 126.000 usuarios y suma cuatro millones de clientes. Sin embargo, en el conjunto del ejercicio las cifras de ingresos no son tan positivas para la operadora y se mantienen a la baja, con un descenso del 1,6% (8.842 millones de euros).
Algo similar es lo que está pasando en la filial española de Vodafone. La integración de la operadora de cable Ono (que adquirió en la primavera de 2014) también le ha permitido volver a crecer trimestre contra trimestre. En su caso, el crecimiento de facturación ha sido del 1,1% (hasta casi 2.500 millones de euros).
Para la filial del gigante británico, la integración de ONO está cumpliendo sus objetivos, incluso más rápido de lo que preveía. Conseguirá las sinergias (ahorros) perseguidas con esta integración, (unos 240 millones de euros anuales) un año antes de lo que creía, en marzo de 2016.
Al margen de la integración, el principal movimiento comercial que han llevado las grandes operadoras en los últimos meses fue la subida de precios que realizaron en primavera tras siete años de rebajas para captar clientes de sus rivales y seguir creciendo a pesar de la crisis. En el caso de Telefónica, la subida fue lineal, de cinco euros para todas sus tarifas de Fusión. Vodafone, lo hizo de manera progresiva, con un tope de nueve euros para la más cara.
Y esa estrategia tenía un porqué. El máximo responsable de Vodafone en España, Vittorio Colao, asumió en marzo sin ambages que las operadoras ofrecían unas tarifas muy baratas. Las tarifas de móvil “tienen que subir para que los operadores de telecomunicaciones puedan afrontar las inversiones que necesita el sector”, señaló durante el Mobile World Congress (MWC).