El año 2014 fue un año convulso. La sombra de una restrictiva regulación se cernía sobre el llamado equity crowdfunding, la financiación a cambio de acciones de inversores particulares en proyectos emprendedores. Numerosas plataformas contenían la respiración. Sin embargo, las nuevas ‘reglas del juego’ tuvieron un resultado positivo: más confianza y más actividad. Aunque con menos plataformas, ha crecido la inversión hasta rozar los 10 millones de euros entre las principales firmas.
“Vivimos un momento muy positivo para el sector… Que haya una regulación a medida ha sido buenísimo para dar confianza”, recuerda Ramón Saltor, cofundador y consejero delegado de The Crowd Angel, una de las tres principales plataformas españolas.
Es un sector joven, pues la compañía con más experiencia apenas cuenta con una hoja de servicio de cinco años. Y el dinero que mueve sigue siendo pequeño. En toda Europa, según un estudio elaborado por la Universidad de Cambridge, lo recaudado por los proyectos superaba la barrera de los 80 millones de euros. Sin embargo, empieza a ser una alternativa y 2015 ha servido para corroborarlo.
Más dinero y más demanda
Las tres grandes plataformas confirman que el año se salda con más dinero recaudado para sus proyectos respecto a 2014. Crowdcube ha sumado 2,3 millones, mientras Socios Inversores y The Crowd Angel alcanzarán 1,3 millones cada uno.
La demanda, tanto por el lado de las empresas como de los inversores, ha crecido. Pero está cambiando. Hasta ahora era habitual encontrarse con startups o pequeños proyectos emprendedores entre los aspirantes a financiación. En este 2015, más empresas “consolidadas” se han acercado a estas plataformas. “Antes financiábamos a compañías de menos de 3 años y ahora acuden empresas maduras, aunque lo hagan de manera puntual”, explica Javier Villaseca, fundador y consejero delegado de Socios Inversores.
En el terreno del inversor, el perfil cambia de una plataforma a otra. Socios Inversores ha visto cómo los pequeños ahorradores que se acercaban en 2010 se han convertido en altos directivos de grandes empresas que buscan rentabilidad y diversificar sus carteras.
Prueba de ese incremento del interés entre los inversores, es lo sucedido en la última ronda de financiación de la startup de mensajería Glovo. En sólo once días de campaña logró recaudar 312.000 euros en la plataforma The Crowd Angel. "Antes publicábamos operaciones y logaban financiación en un mes y medio o dos; ahora se quedan por debajo de los 25 días", precisa Saltor.
Menos operadores
Las ‘reglas del juego’, diseñadas durante los primeros meses de este año, fueron aprobadas en abril. Las consecuencias: la obligación de registrarse en la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y de contar con un capital social mínimo de 60.000 euros, además de la limitación en la inversión para inversores no acreditados.
La elevación de las barreras de entrada tuvieron un efecto inmediato: varias de las plataformas de menor tamaño se vieron obligadas a cerrar sus puertas. Algo que se repetirá, según confirma Pepe Borrell, cofundador de la plataforma Crowdcube, durante el próximo año. “Habrá algunas fusiones e integraciones, porque no es un mercado tan grande para tantos operadores”, resalta.
Esa reducción de la oferta no se contempla como algo negativo por otros ‘actores’. Desde The Crowd Angel creen que es la reacción “lógica” en un mercado. “Cuando crezca lo suficiente, volverán a lanzarse más plataformas, pero más profesionalizadas”, reconoce su máximo directivo.
El caso de 'El Español'
En este 2015, EL ESPAÑOL ha protagonizado uno de los grandes proyectos que han explotado todas las posibilidades de esta modalidad de financiación colectiva. En una campaña récord en el sector de los medios: recaudó 3,6 millones de euros a través de las aportaciones de más de 5.500 socios.
“Ha generado un efecto llamada bastante importante”, explica Daniel Oliver, responsable de la plataforma 'Creo en tu Proyecto', que albergó esta operación. Para él, generó “mucha curiosidad” entre emprendedores. Sin embargo, no ha desembocado en la presentación de grandes proyectos: “Un par de operaciones similares para otros proyectos de gran perfil que contactaron con nuestra plataforma no acabaron lanzándose”.
Mucho camino por recorrer
El avance ha sido claro. Más dinero, más inversores dispuestos a inyectarlo y más proyectos destacados que miran a esta financiación alternativa como una opción más. Pero queda muchísimo por recorrer. “Somos el gran desconocido para muchas empresas”, reconoce Villaseca, de Socios Inversores.
Todos esperan que en 2016 el crecimiento se acelere, incluso, duplicando esas cifras. “Ahora es un mercado que está un poco verde, pero en unos años se convertirán en un sitio ideal para empresas que no pueden aterrizar en el MAB (Mercado Alternativo Bursátil) y buscan puntualmente financiación”, resalta Borrell, de Crowdcube.