'Feelgood managers', los guardianes del bienestar en la oficina
En Alemania prolifera este puesto enfocado a la felicidad de la plantilla y mejorar su productividad.
14 febrero, 2016 02:48Cocinar, hacer las compras para que no falte de nada en la oficina, poner orden en los despachos u organizar actividades para que en su tiempo libre los trabajadores se diviertan y se conozcan mejor son algunas de las tareas que desarrollan los feelgood managers. Este innovador puesto de trabajo, surgido inicialmente en Silicon Valley (Estados Unidos), se está abriendo camino en Alemania, especialmente en Berlín, ciudad convertida de un tiempo a esta parte en el mejor nicho de empresas start-up que puede ofrecer la locomotora económica europea.
En la capital alemana se contaban en 2015 hasta 171.000 compañías emergentes, según datos de Startup Hubs, una plataforma digital dedicada al panorama de las starts-up en el 'Viejo Continente'. Más de 600.000 personas tienen un trabajo vinculado a este sector en la ciudad donde vive la canciller Angela Merkel. Pero sólo un puñado de ellas desarrollan las mismas funciones que Alice Pellitteri. Ella ha sido recientemente contratada como feelgood manager en Thesis Digital, una empresa dedicada a aportar soluciones tecnológicas de márquetin, comunicación e Internet afincada en el barrio de Kreuzberg, una zona clave en la escena de las starts-up berlinesas. “Me ocupo de que mis compañeros estén cómodos”, resume sus funciones Pellitteri, una joven de 28 años que anteriormente trabajó en el sector turístico.
Integrar en el día a día de la empresa a empleados que proceden del extranjero es especialmente necesario en las start-up berlinesas, compañías que, per se, se muestran más abiertas a la contratación de jóvenes talentos venidos de todo el mundo. En ese sentido, Juli Ruppe, feelgood manager de Lesara, una tienda en línea con sede física en Berlín, apunta que su labor también implica “apoyar a los empleados en caso de dificultades, en el trabajo, pero también a la hora de encontrar piso a quienes son nuevos en la ciudad y tienen que mudarse”.
La búsqueda del bienestar y de la diversión de los empleados en sus horas de trabajo también es clave en el día a día de esta otra joven de 24 años procedente del Estado de Michigan (Estados Unidos). “Hacemos eventos en la oficina, invitando a artistas o gente interesante que puedan conocer los empleados además de Happy Hours en la oficina o un desayuno al mes con todos los trabajadores en nuestras oficinas en Berlín”, apunta Ruppe. Su desempeño como feelgood manager no ha estado precedido de ninguna formación específica. Lesara, que ha pasado de 3 a 150 trabajadores en dos años y medio, se vio en la necesidad de apostar por alguien que cuidase de que en la empresa se respirase buen ambiente. Esa responsabilidad cayó en manos de Ruppe hace dos años.
Sólo 100 personas
En Alemania, apenas un centenar de personas trabajan bajo la etiqueta de feelgood manager, pero el número de empleados en este puesto ofrece un prometedor futuro. De no ser así, la Greiner Akademie, un centro de formación con sede en Stuttgart, no estaría ofreciendo un curso especializado de feelgood manager. Hace un par de años, Johannes Grainer, fundador y responsable de los cursos en dicho centro, se inspiró de los primeros artículos de prensa en los que se hablaba de ese trabajo en Alemania para generar una formación específica que sirviera para preparar a futuros gestores del bienestar en la empresa.
“En 2012 vi por primera vez el término feelgood manager, pensé que era un tema interesante, pero a la vez me di cuenta de que sería un trabajo muy ligero, con poco futuro, si uno se ceñía sólo a aspectos como la cocina o poner a disposición de los trabajadores una cesta con fruta”, cuenta Grainer. “Me informé, e indagué en cuáles son los puntos en los que tiene que trabajar una empresa para tener éxito y, para que, a la vez, los trabajadores se sientan cómodos”, explica. Así, en la Greiner Akademie, entre cuyos docentes se cuentan ingenieros, profesores universitarios, sociólogos además de empresarios e incluso un teólogo, se ofrece una de las escasas formaciones especializadas para conseguir un título de feelgood manager en Alemania. El curso de la academia de Grainer dura un año y sus 160 horas se imparten durante los fines de semana.
En las sedes de Silicon Valley de empresas como Google o Facebook, la figura de los feelgood manager suelen describirse como indispensables. En Estados Unidos también se emplea otra terminología para designar este cargo, a saber, chef happiness officer. En Alemania, este trabajo representa una actividad ciernes. Aún así, hay un número creciente de empresas en las que ha calado la idea según la cual empleados más cómodos y felices en las oficinas son más productivos. En palabras de la psicóloga del trabajo Sylvie Vincent-Höper de la Universidad de Hamburgo: “los empleados cuyos jefes tienen un interés real por el bienestar de sus trabajadores muestran claramente un menor cansancio emocional y una mayor implicación en el trabajo”.
Las 'mamás de la oficina'
Por eso, entre las funciones que Pellitteri desarrolla en Thesis Digital figuran organizar una vez al mes, una comida y un desayuno de empresa, pedir una vez a la semana una cesta con fruta para que los compañeros tengan algo saludable que comer, organizar eventos o fiestas para que participe el equipo de la empresa, preparar encuentros con clientes y que todo esté listo cuando lleguen, comprar bebidas, comprobar que las máquinas de café funcionan y que todo esté limpio y en orden”, según explica esta feelgood manager. En base a este tipo de labores, se ha apodado a las personas que ocupan este cargo como las “mamás de la oficina”.
Sin embargo, Pellitteri se considera más bien “una chica para todo”. También hay entre su lista de responsabilidades cuestiones logísticas, como la puesta a disposición del material y el mobiliario de la oficina además de la gestión de parte de la contabilidad y de la agenda de la empresa, incluidos los viajes de negocios que puedan realizar sus compañeros de trabajo. Su incorporación en Thesis Digital se produce a raíz del estreno de unas nuevas oficinas de la empresas, donde la dirección ha dado “libertad” a Pelliteri para acomodar a los empleados. “Soy totalmente libre de hacer lo que vea necesario para la comodidad de mis compañeros, el jefe me ha dicho que confía en mí y que haga lo que estime oportuno”, cuenta la nueva feelgood manager de esta empresa tecnológica de Kreuzberg.
La principal tarea de los feelgood managers es comunicar y construir una relación entre dirección y trabajadores
Instaurar esa confianza de la que habla Pelliteri, precisa una comunicación fluida entre gestores de bienestar y, a la vez, dirección y empleados. En este sentido, Ruppe, de Lesara, asegura que “la comunicación es la prioridad a la hora de responder a la pregunta qué es importante para los trabajadores”. Grainer, el responsable de la Greiner Akademie coincide con ella. “La principal tarea de los feelgood managers es comunicar y construir una relación entre dirección y trabajadores de la empresa”, afirma el profesor de Stuttgart.
En su centro de formación ponen el acento en éste y otros aspectos de la vida empresarial, dejando de lado del currículo apartados como la cocina o la ocupación del tiempo libre. “Que haya buena comida en la oficina o que en la empresa el tiempo libre se utilice en actividades lúdicas no es algo que ayude en sí mismo, porque si hay una mala estructura en la organización de la empresa y el trabajo no funciona, entonces traer una cesta con fruta no ayuda para nada”, sostiene Grainer. “Lo que se tiene que aprender es qué hacer para que la empresa vaya mejor y para que los trabajadores vayan mejor, se trata de hacer un trabajo que aporte un valor añadido, por el que se pague”, concluye.