Axa detectó en 2015 un incremento en el número de fraudes hasta el 1,4% del total de siniestros que ocurrieron en el año. En total, fueron algo más de 17.500 casos que consiguió detectar, aunque es imposible saber cuántos se colaron. Aquí es donde entra en juego la picaresca de muchos españoles, aunque hay quien no sabe que está cometiendo un delito por el que podría ir a la cárcel.
El equipo de Gestión de Fraude y Recobros que lidera Arturo López Linares ofrece tres ejemplos de cómo intentan estafar al seguro los españoles. En el primer caso, el asegurado declaraba que se había caído de una moto en el que iba de ocupante. Resultado del accidente, provocado por la arena de una cuneta cuando iba a baja velocidad, aduce un esguince de muñeca por el que reclama a la compañía 7.500 euros. AXA inicia una investigación en la que se descubre que el lesionado es conductor de coches de rallies y que en la fecha del siniestro tuvo una salida de vía mientras participaba en uno, como muestra este video, producto de la cual sufrió la lesión que aduce.
En este segundo caso, Axa asegura a un parking. Un usuario indica que la puerta de entrada sufrió un fallo y cayó sobre su vehículo mientras accedía a él, causando lesiones al conductor y al propio coche por las que reclama 3.600 euros. En el video se puede ver que es el propio conductor quien colisiona contra la puerta en una maniobra de marcha atrás cuando esta se está bajando.
El tercer caso es el más dramático. Un cliente de Axa informa de que un ocupante de su vehículo ha sufrido la amputación de una falange al intentar cerrar la puerta del vehículo mientras este se encontraba en marcha. Reclama a la compañía 112.000 euros. Sin embargo, la grabación muestra que es la misma persona quien, de manera fortuita y desgraciadamente, se amputa ella misma el dedo cuando cierra la puerta estando el vehículo estacionado. El suceso, además, no es un hecho derivado de la circulación.