Claves de la histórica multa a OHL por su contabilidad en México
La forma de contabilizar de sus infraestructuras en México es el punto de choque.
29 marzo, 2016 09:44Noticias relacionadas
Punto y aparte para los negocios de Villar Mir en México. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha impuesto una sanción histórica a la constructora española OHL después de un proceso de investigación de seis meses sobre la contabilidad de tres filiales de concesiones e infraestructuras: OHL México, OPI y Conmex. La resolución, acatada por la empresa española, contiene una multa (71 millones de pesos, unos 3,7 millones de euros) a estas tres entidades y algunos de sus directivos, que no han sido identificados.
La sanción se une a la que ya recibió hace escasas fechas el auditor Deloitte (200.000 euros) por infracciones en sus informes sobre la constructora. En concreto, la 'CNMV mexicana' dijo que los auditores de OHL no cumplieron "con ciertos procedimientos de auditoría aplicados a los estados financieros de 2012, 2013 y 2014 de OHL, OPI y la infraestructura Conmex (Circuito Mexiquense)”, la gran circunvalación que rodea a México DF y que supone la mayor parte de las concesiones del grupo.
Ahora, la sanción a la propia constructora viene a ratificar estas irregularidades y OHL deberá explicar mejor sus cuentas a los inversores de su filial cotizada en México, controlada al 56% por la matriz española, o del Conmex, infraestructura participada en un 25% por el fondo australiano IFM. El grupo que dirige Josep Piqué y preside Juan Miguel Villar Mir también ha realizado emisiones de deuda por importe superior a los 300 millones de euros apoyándose en sus negocios en México y ha utilizado sus acciones en su filial para respaldar préstamos para invertir, por ejemplo, en Abertis o en el rascacielos Torre Espacio en Madrid, que a finales de 2015 fue vendido a un inversor filipino.
Activo financiero vs intangible
El punto de choque de la CNBV con OHL es la contabilización de sus infraestructuras en México bajo la consideración de ‘rentabilidad garantizada’ (que avala el 100% de la inversión realizada por OHL y le garantiza un retorno adicional). Esta catalogación contable en concesiones como el Circuito Mexiquense (Conmex) o el Viaducto Bicentenario le ha permitido a OHL presentar beneficios, al anotarse ingresos futuros como se si tratase de un 'activo financiero' (cuyo retorno puede medirse y está determinado) en lugar de como 'activo intangible' (el retorno no es exacto, ni puede determinarse de manera fiel), según el criterio de la CNBV.
Como parte del acuerdo, OHL se compromete a trabajar junto a la CNBV en una nueva contabilidad de estos activos y se obliga a explicar en sus cuentas -empezando por las de 2015- cómo quedarían sus cuentas de las dos maneras. El pasado verano, el supervisor mexicano abrió un expediente sancionador sobre OHL México -filial en más de un 50% de OHL España- después de las denuncias recibidas en el supervisor por la “diferencias” entre la información financiera que reportaba en las Bolsas de México y en la española.
Según su documentación financiera, la constructora española cuenta con ‘rentabilidad garantizada’, esto es, que OHL percibirá a través de los ingresos por peajes la totalidad de lo invertido más una TIR (Tasa Interna de Rentabilidad) de entre el 7% y 10% anual. En caso de no sufragarse debería ser compensada con un aumento de las tarifas de los peajes o una prórroga de la concesión. La mayoría de estas infraestructuras se encuentran radicadas en el Estado de México, la autonomía que rodea la capital DF.
Pero, ¿realmente podría devolverlo y está garantizado? Es por ello que los avales sobre estas infraestructuras pondrían en riesgo la estabilidad de las cuentas públicas de la administración regional, vulnerando los techos de endeudamiento de México. En el caso del estado ‘autonómico’, sólo la inversión asociada al Conmex es equivalente al 100% de su deuda actual de 60.000 millones de pesos (unos 3.400 millones de euros).
El aval público, en el ojo del huracán
Según la interpretación del grupo español, las administraciones aztecas avalan su inversión si dieran orden de revocar estas concesiones o si no obtienen la rentabilidad esperada. OHL contabiliza como activo financiero con garantía de retorno inmediato 5.000 millones de euros invertidos en las ocho infraestructuras que tiene en el país azteca, con el Circuito Mexiquense (Conmex), Autopista Urbana Norte, Viaducto Bicentenario o Vía Rápida.
Según la versión mantenida por OHL hasta las sanciones de la CNBV, su contabilidad estaba en regla y ha sido avalada por sus auditores. “El tratamiento contable que OHL México aplica en sus concesiones con rentabilidad garantizada, como activo financiero y de conformidad con IFRS, ha sido ratificado unánimemente por las cuatro principales auditoras mundiales Deloitte, E&Y, KPMG y PwC. (...) La compañía también cuenta con las opiniones legales favorables emitidas por los despachos de abogados Mijares Angoitia, Garrigues y Jones Day”, explicó la constructora cuando se abrió el expediente sancionador.
Conmex es la mayor de las infraestructuras que tiene OHL en México y une entre sí las principales autopistas que llegan a la capital D.F. de forma similar a la M-40 en Madrid. Para OHL es uno de los pilares de su negocio: supone dos tercios de sus ingresos en México y una cuarta parte de todos los activos de infraestructuras que tiene en cartera. Además de OHL, es propiedad al 25% del fondo australiano IMF que lidera Macquarie. Según las cuentas del segundo semestre de 2015, México representa el 16% de los ingresos de OHL, mientras que en términos de Ebitda (beneficio bruto, antes de impuestos y otras tasas) es el 78%, es decir, ocho de cada diez euros.
La filial de concesiones de OHL registró en 2015 unos ingresos de 444 millones de euros, un 20% más interanual; mientras que sus ‘beneficios brutos’ (ebitda) bajaron un 1%, hasta 828 millones. Que sus ventas sean inferiores a sus ganancias es parte de las prácticas contables investigadas, ya que OHL se anota, además de los ingresos por su actividad en los peajes, el retorno de su inversión en la infraestructura (TIR garantizada), aunque no se trata de una entrada real de efectivo en las cuentas de la empresa, sino un mero apunte contable. La agencia de calificación Moody’s llamó la atención sobre este hecho al bajar el 'rating' de la compañía de B1 a B2: México, si bien supone ingentes beneficios desde el punto de vista contable, estos no se han hecho reales y convertido en efectivo, es decir; se anota los beneficios que obtendrá a futuro. Moody's dijo que el apalancamiento real de la constructora es de 9,6 veces Ebitda/deuda, más del doble que el nivel declarado por OHL.