Mejor correr un tupido velo. Así es como se zanja la polémica de esta semana que ha rodeado al BBVA después de que su consejero delegado, Carlos Torres, reflexionara sobre el futuro de su red de oficinas en España. Los sindicatos restan importancia a las declaraciones de Torres y aseguran que no esperan un cierre masivo de oficinas. “BBVA no va a reducir su red de oficinas ni este año, ni el que viene ni el otro”, explica Juan José Giner, Responsable de la Agrupación del sector financiero de Comisiones Obreras.
El sindicato valora la importancia que le da BBVA a su red de oficinas, “igual que CaixaBank”, asegura Giner, ya que estas entidades ven las sucursales como una fuente de valor. “No hay previsto ningún plan de cierre de oficinas”, remarca el responsable del sector financiero de CCOO.
BBVA no va a reducir su red de oficinas ni este año, ni el que viene ni el otro
En términos similares se pronuncia UGT, ya que cree que las declaraciones del consejero delegado del BBVA se realizaron “en una charla más o menos informal”. El contexto era un evento sobre fintech (banca digital) llamado Money 20/20 celebrado en Copenhague, Dinamarca. Allí, Torres indicó: “Tenemos 3.800 sucursales en España. ¿Tiene sentido? No. ¿Podemos reducirlas? Sí”. Desde UGT entienden estas declaraciones “más como un ejercicio ficticio que como un proyecto oficial. BBVA no ha planteado ningún ajuste”.
Como sabéis, no tenemos planes de cierre de oficinas, más allá de los que ya conocéis relacionados con la gestión dinámica de red
BBVA ha querido atajar todos los rumores y por eso se ha enviado una carta a sus empleados firmada por Cristina de Parias Halcón, directora de BBVA en España: “Como sabéis, no tenemos planes de cierre de oficinas, más allá de los que ya conocéis relacionados con la gestión dinámica de red”. BBVA asegura a sus trabajadores que las declaraciones del consejero delegado eran “una reflexión sobre un hipotético escenario futuro, dejando siempre claro que no hay ningún plan”.
Las negociaciones con Santander
El Banco Santander presentó el miércoles a los sindicatos el plan de ajuste de su plantilla relacionado con el cierre de hasta 450 oficinas que comunicó a su plantilla la semana pasada. La propuesta de la entidad es eliminar 1.200 puestos de trabajo, pero “esta cifra está abierta a negociación, por lo que esperamos que el número de afectados pueda ser más bajo”, explica Ignacio Soto, secretario general estatal de UGT en el Banco Santander.
La cifra de 1.200 afectados está abierta a negociación, por lo que esperamos que pueda ser más baja
El primer día de las negociaciones se ha centrado en la presentación de las líneas generales del plan del Santander. El ajuste que ha planteado la entidad se divide en: la mitad de las salidas con prejubilaciones y la segunda mitad con despidos y bajas incentivadas. Por su parte, los sindicatos se han sentado en la mesa con dos premisas. Priorizar las prejubilaciones hasta donde sea posible y, si se necesita despedir a trabajadores, que sean con bajas voluntarias, pactadas y negociadas por las partes.
Un año de despidos
Comisiones Obreras denuncia que en 2015 la banca eliminó 15.000 puestos de trabajo en el sector financiero, incluyendo bancos, cajas de ahorro, cajas rurales, financieras, ICO y el Banco de España. “El 31 de diciembre de 2014 teníamos 211.000 trabajadores y al cierre de 2015 había bajado hasta 196.000 trabajadores, con los censos que tenemos”, denuncia Giner. Esto se debe a que el año pasado se ejecutaron algunos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), despidos y prejubilaciones que estaban en marcha, como las 750 personas que salieron de CaixaBank, las 1.000 personas que salieron de Barclays después de su integración en CaixaBank o las 1.000 prejubilaciones del BBVA, indica el sindicato.
El año 2016 también va a ser muy complicado para el sector, con tres EREs ya en marcha. El último ha sido el del Santander, pero también está el del Banco Ceiss, entidad fruto de la fusión de Caja Duero y Caja España, donde están afectados 1.120 puestos de trabajo, un tercio de toda la plantilla y que también está en negociaciones con los sindicatos. Por último está el ERE de Novo Banco, entidad portuguesa que está atravesando serios problemas financieros y que pretende despedir al 34% de su plantilla en España (145 trabajadores), que también se está empezando a negociar ahora.
Desde Comisiones Obreras creen que, al margen de estos tres procesos de ajuste, el sector no se enfrentará a una nueva oleada de despidos de otras entidades. “No esperamos nada más”, asegura Giner, quien apunta que España, aunque tiene una ratio de oficinas muy elevada: 70 sucursales por cada 100.000 habitantes, la tasa más alta del mundo según los datos de Citi, en la ratio de empleados de banca por habitante, España se encuentra en el cuarto inferior.
“Creemos que el descenso de las plantillas en el sector bancario tiene que revertirse en algún momento”, remarca Giner, ya que “en Europa también hay digitalización y tipos de interés bajos y no hay este volumen de despidos”. Es por este motivo que considera que el ajuste de plantillas en el sector ya ha sido suficiente y no debería continuar, al margen de entidades que no lleven bien su negocio.