La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) llevaba muchos meses deseando salir de una de sus reuniones semestrales con un tono triunfal. Después de dos años de penurias embarcados en la guerra de precios contra el fracking (fractura hidráulica), el jueves fue ese día en el que pudieron cantar victoria. El objetivo de doblegar a la industria petrolífera de Estados Unidos está conseguido o, al menos, así lo estiman los países del cártel.
Como en las últimas reuniones, la OPEP decidió no congelar la producción, lo que significa, en otras palabras, que cada país produzca lo que quiera. Esto es lo que han estado haciendo en los últimos meses y lo que ha provocado que su volumen de producción esté en máximos históricos. Sin embargo, esta vez tiene el mejor argumento para tomar esta decisión y no es otro que han conseguido lo que querían: estabilizar los precios en un nivel que sea rentable para la mayoría de los países y debilitar la producción del resto del mundo.
En su reunión pusieron cifras a su victoria: “La oferta de petróleo de los países no-OPEP se reducirá en 0,74 millones de barriles diarios en 2016”, según sus previsiones. Pero esta caída de la producción puede ir más lejos, ya que la Organización “aprecia un nivel actual de inversión muy bajo en la industria”, por lo que “enfatiza la necesidad de incrementar la inversión en extracción para conseguir un equilibro de largo plazo en el mercado del petróleo”.
La oferta de los países no-OPEP se reducirá en 0,74 millones de barriles diarios en 2016
De este modo, sin citar a Estados Unidos, la OPEP reconoce su victoria contra la industria del fracking en EEUU, a la que han conseguido ahogar, con quiebras de empresas y cierre de campos de extracción. Según los datos de Baker-Hughes, desde finales de 2014 se han cerrado el 80% de los pozos petrolíferos que había en Estados Unidos, que han pasado de tener más de 1.600 pozos en funcionamiento a menos de 320 pozos activos. Además, en lo que va de año 29 empresas del sector del petróleo y el gas han impagado su deuda, según los datos de la agencia Standard & Poor’s del total de 74 impagos que se han producido en todo el mundo. El problema del fracking es que los costes de extracción de la mayoría de pozos son mucho mayores que el sistema tradicional. De este modo, muchas empresas han cerrado sus instalaciones y han paralizado los proyectos para instalar nueva capacidad.
Ante esta situación, el cártel se presenta como el salvador para los problemas de los consumidores: si se necesita elevar la oferta para satisfacer la demanda, el mundo puede contar con ellos. La OPEP mostró su voluntad de coordinarse con los países productores que no están en la OPEP para “proporcionar una oferta estable, segura, eficiente y económica a los países consumidores”.
El cártel cree que este aumento de la oferta será necesario ya que la demanda de petróleo seguirá subiendo este año a un ritmo “relativamente sólido considerando los recientes desafíos de la economía”, indica la Organización, al tiempo que la demanda se contrae. En concreto, la OPEP cree que la demanda aumentará en el conjunto del año en 1,2 millones de barriles diarios. Teniendo en cuenta que actualmente el exceso de oferta en todo el mundo es de un millón de barriles, si se cumplen sus cálculos, al final de año la demanda superará a la oferta, por lo que se empezarán a consumir reservas, a no ser que aumente su ritmo de extracción.
Un precio justo
La OPEP tiene otro objetivo: llevar el precio del petróleo hasta un nivel que sea “justo para los inversores de la industria”. Aunque no especifica cuál es este nivel, muchos países del cártel, en especial los de Oriente Medio, están muy cómodos con el precio del barril en el entorno de los 50 dólares. En enero, cuando el precio del Brent estaba por debajo de 30 dólares, los problemas fiscales para todos ellos se multiplicaban, pero ahora que venden su oro negro un 80% más caro, ya están cómodos.
La OPEP lo refleja así: “El mercado se está moviendo hacia su punto de equilibrio”. De hecho, el precio de referencia del barril del cártel está ligeramente por debajo del precio de cotización del Brent. En los últimos días ha establecido su precio en el entorno de los 45 dólares, casi un 10% más bajo que el precio de mercado, lo que significa que están cómodos en este nivel y que pueden seguir compitiendo en precio contra el resto del mundo.
De hecho, mantener el precio del petróleo por debajo de los 60 dólares puede ser la estrategia de la OPEC para el futuro, ya que a partir de este nivel, muchos de los proyectos del fracking vuelven a ser rentables. Sin embargo, mientras el precio se mantenga en los niveles actuales, la inversión se mantendrá congelada y tendrá mayor control sobre el mercado.