En los muchos debates electorales a los que asistimos estos días proliferan las comparaciones de cifras económicas. Pero si escuchamos con cuidado, veremos que hay dos referencias que se repiten sistemáticamente. Una es el año 2007, al que habitualmente PSOE y PP se refieren como “antes de la crisis” o “al comienzo de la crisis”. La otra es 2009, que se ha convertido en la referencia favorita de Unidos Podemos y que en alguna ocasión también utiliza el PSOE para mortificar al PP.
El año 2007 marca el mejor momento de las finanzas públicas antes de la crisis. Durante ese ejercicio el Estado tuvo un superávit del 2%, 21.620 millones de euros. La economía vivía una burbuja de crédito que llenaba las arcas del Estado a través de los distintos mecanismos recaudatorios. La recaudación por IVA de 2007, por ejemplo, alcanzó los 55.851 millones, cifra que sólo fue superada en 2014 (después de dos importantes subidas del tipo del impuesto y un cambio de ciclo económico).
Aunque las comparaciones referidas a “antes de la crisis” no suponen medirse con una situación de normalidad económica, ya que los ingresos del Estado sufrían el dopaje del sector inmobiliario, nuestros políticos parecen considerarla una comparación válida.
La otra referencia es 2009. Todo aquel que quiere demostrar que en España se ha aplicado una “austeridad criminal” empleará este año como punto de comparación. En 2009 ya estábamos en plena crisis, el paro se estaba disparando, pero el G-20 se emborrachó de keynesianismo y recomendó barra libre a las economías occidentales. Zapatero se puso en primera línea de salida, pese a las advertencias de Pedro Solbes. Débiles advertencias, por lo demás. Resultado: en 2009, España tuvo un déficit del 11%, es decir el Estado gastó 118.237 millones de euros más que lo que ingresó. Ya en 2008 el déficit había sido considerable: 4,4%, 49.385 millones, una variación de 6,4 puntos porcentuales respecto de 2007.
No es lo mismo, entonces, comparar el gasto público con 2007 (420.680 millones) que hacerlo con 2009 (493.865 millones). Ni el gasto público en Educación de 2009 (53.092 millones) con el de 2007 (46.459,3 millones). ¿Tiene usted memoria de que esos 6.632,9 millones de incremento revolucionaran las prestaciones de la educación pública en España entre 2007 y 2009? Lo mismo ocurre con la Sanidad que pasó de 65.918 millones en 2007 a 77.668 millones en 2009, 11.750 millones en un pispás.