Ha puesto de cabeza a los mercados en las últimas jornadas. También a las empresas, que afrontan con estoicismo la celebración de un referéndum en Reino Unido el próximo 23 de junio para decidir sobre la permanencia o salida de la Unión Europea (UE). Del Sí al No de los británicos dista un abismo económico al que ahora se asoman ahora los inversores, en estado de nervios desde hace varias jornadas por la posibilidad de que lo impensable suceda: que el Reino Unido rompa con sus socios y provoque una nueva crisis del euro.
Para las grandes empresas españolas también lo es. Sólo para Banco Santander, Iberdrola y Telefónica representa un negocio conjunto anual de unos 23.400 millones de euros, el equivalente al 2,3% del PIB español. La economía de la libra es para ellas entre el 12%, 14% y 30% de sus fuentes de ingresos. Entre las tres multinacionales suman un peso o ponderación en el índice Ibex 35 del 32%, es decir, que un tercio del índice de referencia de la Bolsa española se encuentra vulnerable al evento británico. El barómetro bursátil lleva tres días en estado de nervios: el viernes se desplomó un 3%, y entre lunes y martes ha perdido más del 4%.
Según el Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS, por sus siglas en inglés), recabados por Cotizalia en mayo, la banca española es la más expuesta en Europa al sistema financiero británico, sólo superada por la estadounidense, pero por encima de la alemana o la italiana. Es el resultado del asalto durante la última década de entidades como Banco Santander, que compró el Abbey National, Bradford & Bingley o Alliance & Leicester. También Sabadell, que se hizo con el TSB de Lloyds.
Son dos de los responsables de esa interconexión financiera tan elevada en entre Reino Unido y España. En total, la banca española suma cerca de 500.000 millones de euros entre deuda pública, privada, seguros y derivados financieros. La City, como se conoce al pequeño 'país financiero' que reside en Londres, es uno de los principales centros de gravedad de los mercados bursátiles y la banca.
Un golpe de hasta 265.000 millones
Este ‘cisne negro’ comenzó a cobrar fuerza la semana pasada en los sondeos publicados en la prensa británica, en los que el No vence ligeramente al Sí a Europa. Reino Unido, pese a su pertenencia a la UE, es el socio que menos integrado está con el resto de países y menos controlado por las autoridades comunitarias desde Bruselas. No sólo conserva su propia moneda (libra esterlina) o banco central, sino que también tiene autonomía en los controles fronterizos con sus socios europeos, en políticas sociales o en su marco legal, poco permeable a las directivas europeas.
Según los cálculos de la OCDE, países como España, Francia o Alemania tienen una exposición “moderada” al Reino Unido. Sin embargo, el informe de la organización calcula un impacto negativo del 3% para el PIB británico hasta 2020 en caso de salida, es decir, más de 80.000 millones de euros. Para el resto de socios de la UE tampoco sería bueno, con una contracción adicional del 1% sobre el conjunto del PIB, unos 185.000 millones menos en cinco años. Son cifras mareantes, aunque una pequeña porción de los PIB de las islas y el Viejo Continente. Pero lo peor no es eso, sino los efectos sobre la confianza. “Por un número indeterminado de años, tanto la UE como el Reino Unido verán dañada la inversión real debido a la incertidumbre jurídica que se creará”, dijo el martes a la CNBC Daniel Pinto, jefe de banca corporativa en JPMorgan.
La libra acumula un descenso continuado de hasta el 10% en el último año frente al euro. “A medida que se acerca la fecha del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, la publicación de encuestas y las cuestiones políticas en el país están eclipsando con más fuerza la información y datos macroeconómicos. Las encuestas publicadas la semana pasada, que informaban de una clara consolidación de la posición partidaria del abandono de la UE, provocaron un acusado descenso de la libra esterlina en particular y de los activos de riesgo en general”, señala la firma de divisas Ebury.
En opinión del ministro de Economía, Luis de Guindos, el ‘brexit’ va provocar un episodio de turbulencias financieras en Europa a corto plazo y ha creado un clima de “nerviosismo” que puede echar al traste con la estabilidad que vivían los mercados de deuda en España. Las autoridades económicas están en alerta y, de hecho, el Banco Central Europeo (BCE) prepara un plan de contingencia para el día posterior al referéndum en coordinación con el Banco de Inglaterra. En caso de que los británicos voten por su salida se prevé un desplome de la libra. Si se quedan, una fuerte revalorización. En todo caso, sólo la fuerza infinita de los bancos centrales podrá suavizar los efectos del 23-J.