Berlín

Anke Wilhelm, una vecina de 29 años del barrio del sureste berlinés de Neukölln sale del centro comercial Neuköllner Tor con su cesta de la compra. En esta gran superficie la primera planta está casi exclusivamente monopolizada por un hipermercado de la marca Real, perteneciente a la multinacional Metro Group.

Anke no trae bolsas de ese establecimiento. Ella lleva un bolso de la compra que trajo de su casa. Dentro, tiene unas cuantas cosas que acaba de comprar en el pequeño supermercado Aldi que hay en la segunda planta del Neuköllner Tor. “En Aldi encuentro ofertas más interesantes, se pueden comprar productos algo especiales a un precio normal”, dice esta empleada en un almacén de distribución de medicamentos en Berlín.

“También voy a comprar a otros sitios pero aquí hay ofertas semanales interesantes, por ejemplo, los antipasti italianos, que no son súperbaratos, pero su precio es normal”, apunta. Anke es de esos consumidores germanos que, como muchos otros, estudian las ofertas de supermercados especializados en descuentos como Aldi. Por eso viene al Neuköllner Tor una vez a la semana.

Al Aldi al que viene Anke es el Aldi de la letra “a” escrita en colores azul marino y azul claro que se conoce en España. Sin embargo, en Alemania – y en Europa – hay, en realidad, dos Aldis. A saber, Aldi-Nord y Aldi-Süd. El logotipo de este otro Aldi se identifica con parte de la primera vocal y con otros colores, el amarillo, el naranja y el rojo, además del azul claro y oscuro.

Los dos Aldis

Aldi fue levantada en 1946 por Karl y Theo Albrecht, dos hermanos con sus raíces empresariales en la actividad comercial de sus padres. Hoy día Aldi – Nord y Süd los dos juntos – ejerce de líder mundial en supermercados de descuentos. La división en esas dos ramas ocurrió en 1961 por motivos todavía hoy desconocidos. Los expertos en supermercados alemanes relacionan esa división con la estrategia preventiva de evitar conflictos entre los dos hermanos.

En cualquier caso, Theo Albrecht se quedó con Aldi-Nord, que operaría en el norte de Alemania y el oeste continental, en países como Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Luxemburgo o Polonia. Por su parte, Karl se orientó con Aldi-Süd hacia Centroeuropa (Suiza, Eslovenia, Hungría) y fuera del continente (Reino Unido y Irlanda y, entre otros, Estados Unidos).

Desde principios de los años 70, Aldi-Süd está en manos de una fundación levantada por el propio Karl Albrecht, la Fundación Siepmann. En Aldi-Norte, el 61% del accionariado pasó en aquella época a manos de la Fundación Markus, construida por el propio Theo Albrecht, mientras que el 39% restante quedó controlado por otras dos fundaciones: la Fundación Luke y la Fundación Jakobus.

DIFERENCIAS FAMILIARES

En Aldi-Norte, esas tres fundaciones tenían que trabajar para “proteger a la empresa de una excesiva influencia de la familia”, según ha explicado Theo Albrecht junior, uno de los dos hijos de Theo Albrecht, en una reciente entrevista con el diario económico Handelsblatt. Esta entrevista, en sí, ya constituía una noticia, porque “hasta ahora la familia Albrecht, que es una de las más ricas de Alemania, siempre había estado apartada de la atención de los medios de comunicación, y Theo Albrecht junior nunca había dado una entrevista antes”, comenta a EL ESPAÑOL, Florian Kolf, responsable de información de mercados y consumo del citado diario. Él fue el encargado de hacer las preguntas al responsable de Aldi-Nord.

Ahora bien, la entrevista fue noticia, sobre todo, porque con ella se airearon las diferencias de Theo Albrecht junior con su cuñada, Babette Albrecht. Pese a la existencia de las fundaciones, con los recientes fallecimientos de Karl Albrecht (2014) y del otro hijo del Theodor Albrecht, Berthold Albrecht (2012), han salido a relucir diferentes intereses en la familia que resultan problemáticos para un grupo con un volumen de negocio valorado en algo más de 62.000 millones de euros.

“La pelea interna de la familia Albrecht en Aldi-Nord resulta problemática”

De hecho, Babette y Theo Albrecht junior vienen enfrentándose de un tiempo a esta parte por el control de la Fundación Jakobus y de la Fundación Luke, algo que pone en una situación incómoda a Aldi-Nord. “Esas fundaciones facilitan el dinero para que la empresa pueda hacer inversiones, modernizarse, realizar cambios, expandirse al extranjero, por ejemplo, por eso la pelea interna en Aldi-Nord resulta problemática”, apunta Kolf. Tanto es así que la empresa ha iniciado un proceso de renovación en el que incluso se plantea mejorar sus tradicionalmente austeros supermercados.

MODERNIZACIÓN CAUTELOSA

Según apuntan a este diario en Euromonitor International, una firma dedicada a realizar estudios globales de mercados con sede en Londres y Chicago, Aldi se “está dando cuenta poco a poco del valor de hacer cambios como remodelar sus tiendas o incorporar elementos como el pan del día” o “las ventas por Internet de productos no alimentarios”. Tim Barret, un analista de Euromonitor International centrado en el estudio del mercados de la alimentación minorista, se refiere a Aldi como una marca “conocida por su cautelosa actitud de expansión”.

Aún así, son precisamente las inversiones a nivel internacional llevadas a cabo en el último lustro las que han llevado a la firma a poder crecer en un contexto marcado por el estancamiento. En 2013, el crecimiento fue casi del 8% cuando en años anteriores, como en 2015, esa cifra ha estado rondando el 4%. “Que España es un mercado importante para Aldi se pone en evidencia con nuestra regular expansión de nuestra red de filiales allí”.

En virtud de esas inversiones, en España, país al que llegó Aldi – en su versión Adi-Nord – en 2002, se contaban 266 filiales el año pasado. En 2010 había 225. “Que España es un mercado importante para Aldi se pone en evidencia con nuestra regular expansión de nuestra red de filiales allí”, aseguran a este periódico desde la compañía alemana. En total, la empresa da trabajo a 56.800 empleados distribuidos por Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Luxemburgo, Holanda, Portugal, Polonia y España.

Ahora bien, en Euromonitor International no pasan por alto que entre 2014 y 2015 el crecimiento de la empresa parece haberse estancado de nuevo, rondando el 4%. “Empresas como Aldi están ahora luchando por mantener su posición en el mercado”, porque si bien a lo largo de la historia “han ganado mucho, ahora están en una fase de pérdida de relevancia o, en cualquier caso, ya no están en una situación óptima”, estima Kolf, el periodista de Handelsblatt.

“En Aldi son prácticamente los fundadores del supermercado de descuentos, descubrieron y desarrollaron la idea de eliminar cuanto no hace falta del supermercado, por ejemplo, a través de la reducción de estanterías y de dejar los palés con los productos en venta para así poder reducir el precio”, explica este periodista. “El problema es que ahora hay muchos supermercados que hacen lo mismo y lo hacen igual de bien que Aldi”, añade Kolf.

De ahí que Anke, la joven cliente de Neukölln, no sólo estudie folletos procedentes de Aldi antes de salir a comprar. La publicidad de otros supermercados de precios reducidos, como Netto, NP, Edeka o Lidl, los principales competidores de la empresa de los Albrecht, también tienen ofertas de interés.