Ríadas de españoles comprando los fines de semana en Regent Street o Picadilly, jubilados británicos obligados a vender sus viviendas en la Costa del Sol y a buscarse países menos caros donde gastar sus pensiones, grandes corporaciones ansiosas de invertir en Europa, jóvenes británicos buscando trabajo como animadores en los hoteles de Canarias... ese podría ser un escenario del futuro próximo con una libra esterlina devaluada y débil. O quizá todo lo contrario si el euro colapsa como moneda y como proyecto.
El tipo de cambio entre la libra y el euro será clave en el futuro del brexit. La divisa británica se desplomó más de un 9% frente al dólar, pero como el euro también se debilitó, su depreciación frente a la moneda europea fue de casi el 5,3%. Una mala noticia para los trabajadores españoles en Gibraltar que cobran en libras o para los pensionistas británicos en Orihuela (Alicante): su poder adquisitivo cayó sólo en una mañana más del 5%. Pero es una excelente noticia para los turistas españoles en Londres que vieron cómo sus euros valen un 5% más.
Esto es sólo un ejemplo de lo que nos espera con el brexit. Los visados, permisos de residencia o acuerdos tributarios o de atención sanitaria son convencionales, basta con la voluntad política para alcanzarlos, pero el tipo de cambio es un termómetro de cómo van las cosas entre dos economías e influye sobre los flujos migratorios y la inversión. Si al Reino Unido le va mucho peor fuera de la Unión Europea, la libra se debilitará y Londres será una fiesta para los turistas españoles, aunque probablemente sea poco atractivo para invertir. Si, en cambio, a los ingleses les va bien, podrán venir a comprar por toda Europa con rebajas.
Pero lo que es bueno para el turista no siempre es bueno para otros actores económicos. El ministro Luis de Guindos ha dicho que España no es uno de los países más expuestos al impacto del brexit y que no revisará las previsiones de crecimiento tras la decisión británica. Sin embargo, el Índice de Sensibilidad al Brexit (ISB) elaborado por Standard and Poor’s sitúa a España como el octavo país que más afectado se puede ver por esta votación, básicamente porque ha invertido mucho en el Reino Unido, especialmente en banca, telecomunicaciones y energía.
Aunque España y el Reino Unido nunca han tenido la misma moneda, durante las próximas semanas habrá una alta volatilidad en el tipo de cambio, muy influenciada por los acontecimientos políticos, y sólo en el largo plazo se podrá apreciar dónde está el tipo de equilibrio. Según la firma de inversión Arcano, el impacto directo para España del 'brexit' sería,a partir de 2017, inferior al 0,5% del PIB, es decir menos de 5.000 millones de euros.
¿Comerciaremos más o menos con el Reino Unido?
El 7% de las exportaciones españolas (18.000 millones de euros) tienen como destino el Reino Unido. Esto genera un superávit en la balanza comercial bilateral de 5.600 millones a favor de España, un 0,5% del PIB. Sin embargo, si la libra se debilita, nuestros productos resultarán más caros y será más difícil venderlos, mientras que los españoles les resultará más fácil adquirir bienes o servicios del Reino Unido. Si, por cualquier razón, el libre comercio entre el Reino Unido y España se ve obstaculizado por nuevas regulaciones británicas o europeas, el comercio sufrirá.
¿Vendrán menos turistas?
Casi el 30% de las pernoctaciones de extranjeros en España corresponden a visitantes del Reino Unido, según las últimas cifras. El turismo aporta el 6% del PIB español y los británicos son los turistas que más gastan, dejando 14,.000 millones de euros al año. Son, además, visitantes fieles. En 2016, pese a los vaivenes del tipo de cambio han seguido viniendo y representan el 20% del gasto total de los turistas extranjeros.Si el turismo inglés cayera un 10%, eso supondría una merma sobre el 0,13% del PIB. Esta caída perjudicaría más a zonas como la Costa del Sol o las islas Baleares.
¿Habrá más inversión o no?
La inversión española directa en Reino Unido alcanzó los 48.000 millones de euros en 2013, según datos de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Los sectores donde se ha concentrado la inversión española son el sector financiero (35%), las telecomunicaciones (32%) y la energía (15%). La inversión británica en España representa un 10% del total, unos 30.000 millones de euros. La inversión no sólo depende del tipo de cambio, aunque éste es crítico en los balances. Por ejemplo, las cuentas del Banco Santander, de Telefónica o de Ferrovial sufrirán si la libra se deprecia de golpe un 10%. Sin embargo, el factor clave es la confianza que el inversor tiene en el país y sus expectativas de obtener un buen retorno. Si el Reino Unido continúa ofreciendo una elevada seguridad jurídica y un retorno razonable para los inversores, seguirá siendo un destino atractivo.
¿Y podré trabajar?
La evolución de las economía es mucho más importante que el nivel de trabas burocráticas que puedan surgir en una Reino Unido fuera de la UE. Los permisos de residencia o de trabajo se suelen negociar en términos de reciprocidad. Si España permite a los británicos residir o trabajar en España en determinadas condiciones, a los españoles se les aplicará un estatuto igual en el Reino Unido.
Más importante será la economía. Si al Reino Unido le va mal y la libra se hunde, muy pocos españoles se sentirán atraídos para ir a trabajar a las islas británicas salvo por el aprendizaje del inglés. En cambio a los británicos les puede resultar atractivo venir a ganarse la vida al continente. Si la libra se fortalece, en cambio, se producirá el efecto inverso. En España hay unos 300.000 británicos, 100.000 de ellos concentrados en la Comunidad Valenciana. Otros núcleos importantes son Málaga y Menorca. En el Reino Unido residen unos 200.000 españoles.
¿Y los expatriados?
Los expatriados, incluidos en las cifras citadas antes, responden a una lógica distinta a los trabajadores inmigrantes. Sus fuentes de ingresos suelen ser fijas y limitadas (un sueldo, una pensión o una renta). Si la libra se deprecia mucho o la inestabilidad cambiaria se prolonga por mucho tiempo, muchos de ellos, si no pueden generar ingresos adicionales, decidirán buscar otros sitio para vivir. Entre 2000 y 2010, el número de residentes británicos en España mayores de 60 años se incrementó en un 400%.
¿Y la venta de viviendas?
Los expatriados británicos son los extranjeros que más inmuebles compran en España. Representan en torno al 20% de los compradores extranjeros y casi el 3% de las viviendas adquiridas en el primer trimestre de 2016. Un apreciación del euro respecto de la libra hará menos atractivas las viviendas en España.
¿Qué pasará con la atención sanitaria?
Actualmente existe una tarjeta sanitaria europea para los residentes de países de la UE que se basa en el principio de reciprocidad: los británicos acceden en igualdad de condiciones que los residentes locales a los servicios sanitarios. Se estima que si el Reino Unido sale de este sistema, los costes de aseguramiento sanitario se incrementarán al aflorarse nuevos gastos de intermediación.