El nuevo candidato del Gobierno para representar a España en el Banco Mundial, Fernando Jiménez Latorre, participó en la adjudicación directa de uno de los contratos clave del rescate financiero a su ex empleador, el Grupo Oliver Wyman. Jiménez Latorre era secretario de Estado de Economía cuando el Ministerio eligió a la firma para auditar la salud de la banca española en la primavera de 2012.
Ante la grave crisis del sistema financiero español que se desencadenó tras la intervención de Bankia en mayo de 2012, el Ministerio de Economía exigió al Banco de España que realizara una auditoría completa de la banca para conocer cuál era el agujero real que había en sus balances.
El requisito era que los auditores fuesen independientes y para esta tarea seleccionaron a dos compañías, Roland Berger y Oliver Wyman. Fernando Jiménez Latorre había estado trabajando para este último grupo hasta pocos meses antes. El candidato designado ahora para ocupar el puesto de José Manuel Soria en el Banco Mundial trabajaba en otra filial del Grupo: NERA Economic Consulting. La matriz de todas ellas es una de las mayores empresas de correduría de seguros del mundo: Marsh.
En el momento de asignar esos contratos, Jiménez Latorre era el número dos de Luis de Guindos en el Ministerio, ya que era el secretario de Estado de Economía. Pero no sólo eso, también fue nombrado presidente del comité (steering committee) creado para coordinar y supervisar las tareas de auditoría de ambas firmas. En aquel momento, el alto funcionario no desveló su vinculación con Oliver Wyman a través de NERA.
Estos contratos los adjudicaba y pagaba el Banco de España, sin embargo, el Tribunal de Cuentas detectó que en uno de ellos, concedido a Oliver Wyman y valorado en 7,2 millones de euros, no fue así. El Tribunal señala respecto de la adjudicación de este contrato lo siguiente: "No obstante, la empresa de auditoría adjudicataria no fue seleccionada por el Banco de España, sino que lo fue por las autoridades autoras del encargo". En otras palabras, que fue el Ministerio de Economía quien seleccionó a la empresa del grupo en el que había trabajado Jiménez Latorre hasta poco antes. Se trata del contrato para elaborar un estudio bottom-up de los balances de las entidades españolas y obtener “un análisis detallado de las carteras bancarias y una valoración exhaustiva de sus activos”, según informó el Banco de España.
No obstante, la empresa de auditoría adjudicataria no fue seleccionada por el Banco de España, sino que lo fue por las autoridades autoras del encargo
Según el Tribunal de Cuentas, el importe de este contrato se fijó “a tanto alzado”, esto es, sin que tuviese un desglose de las diferentes partidas que lo conformaban, y su precio se fijó “aplicando criterios tales como la composición de los equipos (cuantitativa y cualitativa) y las horas de trabajo estimadas”. El propio informe del Tribunal de Cuentas recoge que el Banco de España alegó que la valoración del contrato se había estimado así “por motivos de urgencia”.
El Tribunal de Cuentas también señala un aspecto importante y que debió ser relevante a la hora de que el Ministerio de Economía seleccionara a Oliver Wyman: el certificado de estar al corriente de pagos con Hacienda. “En dicho expediente [el contrato bottom-up] el certificado de la AEAT [Agencia Tributaria] de encontrarse el adjudicatario al corriente del cumplimiento de sus obligaciones tributarias era de fecha 9 de octubre de 2012, cuando el contrato había sido formalizado el 20 de julio de dicho año”. Esto significa que cuando Oliver Wyman recibió el contrato, no disponía del certificado de la Agencia Tributaria.
Por último, el Tribunal de Cuentas apunta que la oferta técnica de este contrato estaba redactada exclusivamente en inglés, lo que “incumplió la previsión contenida en el artículo 36 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común”. Que estuviese redactado en inglés es importante, ya que “daba lugar a restricciones tanto para la comprensión como para la interpretación de su contenido y, por tanto, para el control y verificación del cumplimiento de las prestaciones comprometidas”, advirtió el organismo.
Que estuviera en inglés daba lugar a restricciones tanto para la comprensión como para la interpretación de su contenido
El Tribunal de Cuentas indica que los beneficiarios del resto de los contratos sí que fueron decididos por el Banco de España. En total, se destinó a ellos 24 millones de euros, que se realizaron por el “procedimiento negociado sin publicidad”. Esto es, que fueron seleccionadas a dedo tres compañías para presentarse al concurso, de las cuales se eligió a dos: Oliver Wyman y Roland Berger.
Delaware
Jiménez Latorre estuvo ligado durante varios años a NERA Economic Consulting (National Economic Research Associates), una sociedad con sede en Delaware, territorio que no es un paraíso fiscal para España, pero que en otros países se le considera como tal. Según los datos que figuran en el Registro Mercantil, a través de Informa, fue apoderado de la compañía en España entre el 16 de diciembre de 2009 y el 10 de febrero de 2012. Es decir, estuvo en este cargo hasta casi dos meses después de llegar al Gobierno, porque fue nombrado secretario de Estado de Economía en el primer Consejo de Ministros tras las elecciones, celebrado el 26 de diciembre de 2011.
Sin embargo, en el currículum que el propio Jiménez Latorre remitió a la OCDE los años y el cargo varían. Entre 2004 y 2011 fue director asociado de Nera Economic Consulting (Marsh & McLennan) y lideró el área de política de Competencia en Madrid.
¿A qué se dedica esta empresa? Su objeto social, según figura en el Registro Mercantil, es “la realización de trabajos y estudios de carácter económico, dedicándose a la consultoría y estando especializada en la aplicación de la microeconomía, principalmente en los sectores de electricidad, gas y política de la competencia”. Unas actividades, señala, que “puede desarrollar directamente o en colaboración con otras personas físicas o jurídicas”.
En la última memoria presentada al Registro, la de 2014, la compañía reconoce un beneficio neto de 1,13 millones de euros y una cifra de negocio de 5,77 millones. ¿Qué pasó con sus impuestos? La sociedad abonó un Impuesto de Sociedades durante ese año de 0,59 millones de euros. Pero puede haber más. La compañía reconoce que, al cierre del ejercicio 2014, tenía abiertos a inspección los ejercicios 2010 y siguientes del Impuesto sobre Sociedades.
Los hombres de negro
El año 2012 fue el más complicado de la crisis para España. Fue el año del rescate financiero, de la reforma laboral y de la subida de impuestos. El papel de Oliver Wyman y Roland Berger fue fundamental, ya que eran los encargados de evaluar el agujero de la banca española a través de esa serie de contratos concedidos por el Ministerio de Economía y el Banco de España. Las necesidades de capital que detectaron ascendían a 59.300 millones de euros.
La consultora Oliver Wyman tenía sobre sus hombros el fiasco de su matriz, Marsh, que reconoció al banco Anglo Irish Bank como el mejor banco del mundo en 2007 y posteriormente la entidad tuvo que ser nacionalizada.
En España, Oliver Wyman y Roland Berger encabezaron a los hombres de negro. Con este sobrenombre se conocía a las instituciones encargadas de revisar la situación económica y financiera del país. Esta fue la condición que puso el FMI y la Comisión Europea para aceptar el pago del rescate a España.