La crisis bursátil de Banco Popular ha terminado con el relevo del primer ejecutivo de la entidad. El consejo de administración ha celebrado una reunión extraordinaria este jueves para proponer el nombramiento de Emilio Saracho como presidente del Popular en sustitución de Ángel Ron. El relevo en la cúpula deberá ser ratificado en Junta General de Accionistas y la entidad prevé que el proceso de sucesión esté completado en el primer trimestre de 2015.
"El Consejo de Administración ha acordado unánimemente agradecer al señor Ron los servicios prestados al Banco, destacando su esfuerzo y determinación por conducir el Banco a través de una crisis de duración y proporciones sin precedentes y solicitándole que, hasta su sustitución, siga dirigiendo el Banco con la misma dedicación", explica la entidad financiera en su comunicado a la CNMV. En esa misma misiva, la entidad señala que creará una vicepresidencia cuyo ocupante se dará a conocer "próximamente".
Tras darse a conocer el nombre del relevo de Ron en la presidencia, la cotización de la entidad bancaria sube un 14% en bolsa, hasta 0,94 euros, aunque ha perdido dos tercios de su valor en 2016
La propuesta se produce después de muchos rumores, que apuntaban al descontento de algunos consejeros, como la familia mexicana Del Valle o la consejera independiente Reyes Calderón, con la gestión de Ron y la pérdida de valor en Bolsa de la entidad, entre otras razones. Tras darse a conocer el nombre del relevo de Ron en la presidencia, la cotización de la entidad bancaria sube un 14% en bolsa, hasta 0,94 euros por acción, aunque ha perdido dos tercios de su valor en 2016 y un 97% desde los máximos previos a la crisis financiera.
El hombre de JPMorgan en España
Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid, Emilio Saracho (Madrid, 1955) obtuvo un MBA por la Universidad de California en Los Angeles en 1980 y fue becario Fulbright. Empezó su trayectoria profesional en 1980 en el Chase Manhattan Bank, donde fue el responsable de las actividades en sectores como gas y petróleo o telecomunicaciones. Su siguiente etapa en la banca comenzó en 1985 en España, donde participó en la creación de Banco Santander de Negocios.
En 1990 fichó por Goldman Sachs para trabajar desde su sede en Londres como co-responsable de las operaciones españolas y portuguesas. En 1995, volvió a Santander Investment, donde permaneció por otros tres años como responsable de sus negocios en Asia. Se incorporó a JPMorgan en 1998 como presidente para España y Portugal.
En 2006 escaló hasta la posición de consejero delegado de la banca privada del gigante estadounidense y más adelante fue nombrado responsable de la banca de inversión para Europa, Oriente Medio y África. Desde 2010 ocupa un puesto en el consejo de administración de Inditex, el gigante textil propiedad de Amancio Ortega. La mayor fortuna española tiene fuertes vinculaciones con el Banco Popular, después de que éste comprará el gallego Banco Pastor, donde Ortega fue accionista de referencia hasta 2011.
La crisis del banquero más joven
El pasado 22 de octubre, Ron cumplirá doce años como principal ejecutivo de la entidad. En 2004 reemplazó al histórico Luis Valls Taberners en la copresidencia del banco, colocándose a la derecha de su hermano Javier. Se convirtió entonces, con 41 años, en el banquero más joven en España y un referente del sector al tomar las riendas del entonces tercer banco español. Tras dos años de ‘interinidad’, el ejecutivo compostelano asumió en solitario el cargo de presidente ejecutivo.
Pero Ron llegó en el esprint final de la burbuja inmobiliaria española, con desorbitados crecimientos en la concesión de créditos hipotecarios, apoyada en la continua revalorización de los precios de los activos inmobiliarios. Lo primero que hizo Ron al llegar a lo más alto del Popular después de dos décadas en puestos intermedios fue pisar el freno en el crédito promotor, pero aceleró las hipotecas a particulares con el viento de cola de una economía aparentemente imparable.
La situación actual, después de nueve años en crisis, es el resultado de una lucha constante por la solvencia que le ha llevado a ampliar capital en dos ocasiones (2012 y 2016) por 5.000 millones de euros. También le condujo a absorber al banco gallego Banco Pastor (2011) en una operación valorada en más de 1.200 millones y a suspender por dos veces el dividendo, una decisión sagrada para los accionistas.