En los últimos meses se está imponiendo en Europa un discurso que pide acabar con la austeridad y recuperar el gasto público como receta para salir de la crisis y aliviar el malestar social. Sin embargo, hay sectores que mantienen la defensa a ultranza de la estabilidad presupuestaria y las políticas de corte liberal como receta para conseguir un crecimiento fuerte y sostenido. Es el caso del Instituto de Estudios Económicos (IEE), que critica las medidas adoptadas recientemente por el Gobierno en materia fiscal y social. A su juicio, van "en la dirección equivocada".
Para estos expertos, medidas como la subida del salario mínimo, el aumento de las bases mínimas y máximas de cotización y del tipo efectivo del Impuesto sobre Sociedades afectarán “negativamente” a la inversión empresarial, a la creación de empleo y a la tasa de desempleo estructural en España.
En este sentido, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) un 8%, con el consecuente aumento de las bases mínimas de cotización el mismo porcentaje, supone para el IEE un incremento de "enorme magnitud" sobre los costes laborales, lo que tendrá, a su juicio, un impacto negativo sobre el desempleo y la actividad empresarial. El IEE alerta de que estos incrementos dificultan el acceso al mercado de trabajo de "los colectivos más vulnerables", a saber, los parados de larga duración y con menor nivel de formación y los más jóvenes.
El presidente de IIE, José Luis Feito, ha apuntado que el paro juvenil tiene relación con el salario mínimo: "En todos los países del mundo, los jóvenes tienen un SMI muy inferior al de los demás". "Si lo que se busca subiendo el salario mínimo es mejorar la igualdad, consigue todo lo contrario", ha asegurado.
Las recetas del Instituto
Desde el IEE señalan que dentro de las distintas reformas necesarias para "consolidar la recuperación económica" hubiera sido deseable, en primer lugar, limitar las cargas tributarias y las cotizaciones sociales, justo lo contrario a las medidas adoptadas por el Consejo de Ministros. En su opinión, la reducción del déficit debe proceder de los recortes del gasto público corriente y la reestructuración del sector público para evitar "ineficiencias y duplicidades" administrativas.
Asimismo, aseguran que si en algún caso es necesario incrementar la carga tributaria para "avanzar en la consolidación" presupuestaria, es preferible hacerlo por tributación indirecta (IVA e Impuestos Especiales) antes que por directa (IRPF, Impuesto de Sociedades y cotizaciones sociales. La razón, que sus efectos sobre el empleo y la actividad económica "son menores".
Para combatir el paro de larga duración, "uno de los mayores problemas" de nuestro país, es "improrrogable", según el IEE, modernizar las políticas activas de empleo y de formación, con el fin de incrementar "la empleabilidad" de la mano de obra, algo que es "especialmente necesario" después de la "brusca" subida del SMI.
Otra de las recetas del Instituto pasa por seguir abordando "reformas adicionales" en el sistema público de pensiones que persigan un triple objetivo: aumentar la proporcionalidad del sistema entre las contribuciones efectuadas durante la vida laboral y las pensiones percibidas; elevar la edad de jubilación; y, en último lugar, "incentivar la compatibilidad" entre el cobro de la pensión y el alargamiento de la vida laboral. Además, aseguran, se deben incentivar los sistemas de pensiones promovidos por las empresas y que están "orientados a generar ahorro privado" para la jubilación de sus empleados, así como los "productos de previsión" que contratan los trabajadores por iniciativa propia.
El Instituto de Estudios Económicos también critica el problema del proteccionismo al que se enfrenta el mundo. "Uno de los mayores retos será liberalizar al máximo el comercio exterior", indican, como herramienta para aumentar "el bienestar de los ciudadadanos". En este sentido, frente a corrientes de opinión y opciones políticas "contrarias a la globalización", el IEE apunta a que en los últimos 40 años la desigualdad de rentas ha aumentado en casi todos los países de la OCDE, pero "lo ha hecho menos" en aquellos países "más abiertos al exterior".
Según estos expertos, es "urgente e imprescindible" avanzar "lo máximo posible" en la apertura comercial. En este punto, aseguran que puede aumentar la productividad, mejorar las condiciones de vida y promover el crecimiento económico por "múltiples vías". Así, señalan que esta apertura induce a que las economías se especialicen en la producción de aquellos bienes y servicios "sobre los que tienen ventaja comparativa".
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