Dijsselbloem, el ministro holandés de Finanzas, preside las reuniones de los 19 ministros de Finanzas de la zona euro que toman decisiones para el área de la moneda única. Conocido por su línea firme en las condiciones del rescate para Grecia, era el claro favorito hasta esta semana para ser renovado en el cargo cuando termine su mandato actual el próximo enero.
Pero el lunes surgió la controversia por una entrevista en la que Dijsselbloem sugirió que los estados meridionales de la UE no podían esperar ayuda si gastaban su dinero en "alcohol y mujeres", provocando una reacción furiosa de Portugal, Italia, España y Grecia.
Algunos responsables de la zona euro dijeron que el asunto se desinflaría y no afectaría a la decisión sobre el papel de presidente del Eurogrupo. Pero otros dijeron que era una buena excusa para que algunos gobiernos presionasen para reemplazar a Dijsselbloem.
"Es más que una tormenta en un vaso de agua porque tiene muchos enemigos en el sur que estaban esperando algo así para usarlo en su contra", dijo un responsable de la zona euro.
Sin un candidato obvio para sustituirle, la incertidumbre sobre la sucesión de Dijsselbloem podría perturbar las difíciles conversaciones de la zona euro con Grecia para liberar más fondos de rescate.
Y si el puesto queda libre, las negociaciones para ocuparlo podrían complicarse por los intereses nacionales y políticos en un momento en el que la UE también tiene que designar otros dos puestos de alto nivel.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, ha competido con Dijsselbloem por la jefatura del Eurogrupo en el pasado y España se queja desde hace tiempo de que, pese a ser la cuarta economía de la zona euro, no ocupa actualmente puestos importantes en la UE.
Madrid recibiría gratamente que Guindos se quedase el puesto, aunque podría estar más interesado en asegurar el de vicepresidente del Banco Central Europeo el año que viene, cuando venza el mandado de ocho años del portugués Vítor Constancio.
España tiene buenos candidatos para el BCE, como José Viñals -que ha ocupado cargos en el FMI y el Banco de España- o el actual director general del Banco Internacional de Pagos, Jaime Caruana.
IZQUIERDA VS DERECHA
Un factor a favor de Dijsselbloem, un socialista, es que los líderes de la UE quieren revisar el reparto de los principales puestos europeos. Aunque los socialistas son la segunda fuerza en tamaño del Parlamento Europeo, casi todos los principales puestos de la UE están ocupados por políticos de centroderecha.
De Guindos es de centroderecha, lo que favorecería la candidatura de España al papel del banco central, donde el respaldo del partido es mucho menos importante que la nacionalidad del candidato experto.
Otros ministros de finanzas socialistas que podrían considerarse en lugar de Dijsselbloem son el eslovaco Peter Kazimir; Edward Scicluna, de Malta, y el portugués Mario Centeno, pero las fuentes dijeron que por el momento ninguno tenía un respaldo tan fuerte como el holandés.
Otro importante cargo económico que podría entrar en la negociación en enero de 2018 es el del presidente del Banco Europeo de Inversiones, el brazo de préstamos de la UE, una vez que finalice el mandato de seis años del alemán Werner Hoyer.
Para permanecer como cabeza del Eurogrupo, Dijsselbloem necesita una mayoría simple de votos entre los 19 ministros. Hasta ahora la costumbre ha sido elegir al presidente por consenso por un término renovable de dos años y medio.
Otra complicación es que el partido de Dijsselbloem no tuvo un buen resultado en las elecciones holandesas de este mes y será reemplazado como ministro de finanzas en cuestión de semanas o meses.
La regulación actual del Eurogrupo dice que el presidente ha de ser un ministro en ejercicio. Así que si los compañeros de Dijsselbloem quieren que se quede, tendrían que cambiar las reglas y crear una nueva posición permanente.
"La polémica suscitada por las declaraciones seguramente tendrá un impacto en sus posibilidades de convertirse en el presidente permanente del Eurogrupo, si es que se toma una decisión sobre un presidente permanente", dijo un segundo funcionario de la zona euro.
En virtud de las normas, si Dijsselbloem no puede cumplir sus funciones, podría ser sustituido por el ministro de Hacienda del país que ocupa la presidencia de la UE. Eso significaría que le correspondería a Malta hasta finales de junio y a Estonia en la segunda mitad del año, hasta que se eligiese un nuevo presidente del Eurogrupo.
Los ministros todavía tienen que discutir el futuro de Dijsselbloem, y él planea llamar a cada uno de ellos en las próximas semanas para sondear sus puntos de vista. Sin embargo, algunas fuentes dijeron que el grupo probablemente no optaría por buscar la opción permanente.
"Los ministros quieren un ministro, alguien que enfrente las mismas presiones y problemas que ellos", dijo un tercer funcionario.
"Consejos sobre presupuestos de alguien que no tiene que hacer un presupuesto no van bien".