Las cifras, recopiladas por el servicio digital del NHS y publicadas por el diario The Guardian, han llevado a líderes de colectivos médicos a exigir al Ejecutivo que dé garantías a los trabajadores de la Unión Europea que viven en este país sobre su situación legal, una vez se consume la desconexión con Bruselas.
En concreto, los datos revelan que en 2016 dejaron sus empleos en el servicio de sanidad pública en este país un total de 17.197 trabajadores, entre ellos médicos y enfermeras, frente a los 13.321 que abandonaron sus puestos en 2015 y los 11.222 en 2014.
Según el citado periódico, esos números renuevan los temores a que la salida del Reino Unido del bloque comunitario podría exacerbar una crisis de empleados en este sector.
La noticia se conoce dos días después de que el Reino Unido entregara en Bruselas la carta que activa el artículo 50 del Tratado de Lisboa y da inicio al proceso de salida del país de la Unión Europea tras el resultado del referéndum celebrado el 23 junio de 2016.
El Real Colegio de Médicos británicos y la Asociación Médica Británica han culpado de las marchas de su personal a May por no haber dado a esos comunitarios las garantías necesarias de que su estatus legal quedará protegido tras el brexit.
La líder tory considera que comprometerse a garantizar ahora los derechos de esos ciudadanos debilitaría su posición negociadora frente a Bruselas, cuando ambas partes empezarán a negociar los términos de la salida británica.
Jane Dacre, del Colegio de Médicos, opinó al citado periódico que las cifras "confirman los temores de que los médicos comunitarios se sienten intranquilos y planean marcharse del Reino Unido".
"Es necesario que el Gobierno proporcione garantías de que podremos mantener a nuestros colegas europeos, tanto en el NHS como en investigación, pues no vamos a poder reemplazarlos con doctores nacionales durante muchos años", advirtió.
Por su parte, el presidente del consejo de la Asociación Médica Británica, Mark Porter, dijo que esos médicos comunitarios se sienten "sustancialmente menos apreciados por el Gobierno" tras el referéndum y destacó que son "empleados que han dedicado años de servicio al servicio sanitario británico".
Los datos muestran que 2.348 médicos de los otros 27 Estados miembros de la UE abandonaron el sistema público en Inglaterra entre julio y septiembre de 2016, frente a los 1.281 que también dejó su empleo durante ese mismo periodo de 2015, lo que supone un aumento del 83 % de un año a otro.
Al activar el brexit formalmente el pasado miércoles, May se comprometió a resolver "lo antes posible" la incierta situación legal que afrontan los comunitarios residentes en este país.