El grupo asegurador de crédito analiza en su estudio las repercusiones económicas de la situación política en países como Francia, Alemania, Italia y Holanda, con próximas o recientes citas electorales a las que concurren partidos antieuropeos.
Según Crédito y Caución, en el corto plazo no se observan efectos adversos, pero advierte de que en el largo puede haber consecuencias económicas negativas "potencialmente significativas", ya que indicadores como la prima de riesgo asociada a las deudas soberanas de cada país muestran como los mercados financieros pueden ser sensibles a las victorias populistas.
La economía de la zona euro "está resistiendo a la incertidumbre política" gracias a la combinación de una política monetaria acomodada al ciclo y a una baja inflación, que ha aumentado el poder de gasto de los consumidores, lo que ha provocado que el PIB de la zona euro lleve quince trimestres seguidos de crecimiento.
Sin embargo, la zona euro sigue recuperándose "a dos velocidades", ya que algunas de las economías más perjudicadas por la crisis, como son las de Italia, Grecia y Portugal, se mantienen rezagadas.
El informe destaca que en Francia, Alemania y Holanda la confianza del consumidor ha aumentado en los dos últimos meses, igual que ha ocurrido en Italia, si bien en este país el repunte de algunos indicadores "parece ser una anormalidad dentro de la tendencia descendente a largo plazo".
La situación de la deuda soberana en Italia "es más preocupante" debido a que su prima de riesgo ha vuelto a aumentar, lo que sumado al "precario estado" de su economía podría propiciar una fuga de capitales si la incertidumbre persiste, ya que es "el país más vulnerable" de los que celebran elecciones en un horizonte próximo.
Con respecto a Francia, no se esperan repercusiones económicas por la incertidumbre política en el corto plazo, pero sí en un marco temporal más largo si persisten las dudas, lo que podría provocar la subida de la prima de riesgo que llevaría al aumento de los costes de financiación de la deuda y a un descenso de la inversión.
En el caso de Alemania su continuidad en el euro no está amenazada, pero se da por sentada la entrada de el Parlamento de los antieuropeos.