El Gobierno no desmantelará por el momento el almacenamiento subterráneo de gas Castor porque la situación en la zona está "estable" y porque los expertos consideran que sacar el gas conllevaría un alto riesgo, ha afirmado este miércoles el ministro de Energía, Álvaro Nadal.
"Cuando se pueda hacer se hará", ha dicho el ministro a periodistas tras la conocer las conclusiones del informe encargado por Enagas al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sobre el almacenamiento, ubicado frente a las costas de Vinaroz (Castellón).
El almacenamiento está desde 2015 en hibernación y gestionado por Enagás, que asumió esta función tras el pago de una indemnización a la sociedad adjudicataria, Escal UGS. Su actividad se encuentra detenida desde 2013, cuando se detectaron, durante la fase de llenado de gas colchón, cientos de seísmos en la zona.
El Ejecutivo estima que el coste de mantener este almacén de gas en hibernación es de 15,7 millones de euros. El coste del proyecto, en tanto, asciende a más de 95 millones al año, ya que hay que sumar 80 millones anuales por el pago de la indemnización a la concesionaria, Escal UGS, controlada por la constructora ACS.
Según ha explicado Nadal, el estudio realizado por el MIT relaciona la inyección de gas realizada en la zona con la aparición de terremotos y reconoce que la decisión del Gobierno de parar la actividad de la plataforma fue la correcta. Reabrirlo supondría "un riesgo elevado" de nuevos movimientos sísmicos, que podrían ser incluso de mayor magnitud que los registrados en 2013, según los expertos.
La falla de Amposta se vio afectada
El informe concluye que la inyección de gas natural en 2013 en el almacén subterráneo de Castor desestabilizó la falla de Amposta y otras ramificaciones. A la vista de este análisis, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha decidido no reabrir el almacén, ya que no existe la certeza absoluta de que no vuelvan a producirse movimientos sísmicos, ha afirmado el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia.
Hasta ahora se pensaba que la falla que se había visto afectada era la de Castor, el informe del MIT, sin embargo, muestra que la que ha ocasionado los problemas es otra muy cercana: la falla de Amposta.
Según el informe, la falla en la que ellos han localizado los movimientos está estable, y lo mejor por ahora es "mantener las cosas como están" porque "existe un riesgo alto por inyectar gas pero también por sacarlo". El desmantelamiento, por tanto, solo se realizará tras un estudio que garantice que el proceso no ocasionará ningún problema.
"Es como si inflamos un globo que ha tocado unos cimientos, si luego se desinfla, que es lo que ocurriría con el desmantelamiento, también podría mover los cimientos, así que habría que hacerlo con prudencia y seguridad", ha subrayado Nadal.
Aprovechando la estabilidad actual, el Ejecutivo "deberá hacer estudios de todo tipo, técnicos y geológicos", para determinar el futuro de la instalación que, para Nadal, "está claro que no puede volver a funcionar". El ministro ha señalado que el informe concluye que los estudios previos al proyecto estaban "bien hechos" y dentro de los estándares de la industria pero que, al ser parciales, era casi imposible detectar riesgos en la zona.
El trabajo encargado al MIT y a la Universidad de Harvard, que han costado 600.000 euros según ha detallado el Gobierno, comenzaron en octubre de 2015 y han sido realizados por un equipo de siete profesionales del MIT y de la Universidad estadounidense en las disciplinas de geomecánica, sismología y geología estructural.
Para los expertos, aunque los estudios posteriores a los terremotos también estuvieron "bien hechos", ha dicho Nadal, es necesario que a futuro se incrementen los estándares y las exigencias para cuando se quiera volver a construir instalaciones de este tipo, que han dado también problemas en países como Holanda y Estados Unidos.
"Evidentemente, hay una relación entre Castor y los terremotos. Se hizo bien cortando de raíz la inyección de gas y parando el uso de la instalación. La instalación está estable y no tiene riesgo y cualquier movimiento a futuro se tiene que hacer con un estudio muy serio y con mucha prudencia", ha resumido Nadal.