El sector automovilístico está experimentando una "revolución" con la acogida que están teniendo los vehículos eléctricos e híbridos en el mercado e, incluso, con la economía colaborativa y los denominados VTC, lo que ha dado pie al nacimiento del 'coche digital', uno de los mayores retos a los que se enfrenta el sector y que no será una realidad (en una gran proporción) hasta antes de 2040 .

En este ámbito, según recoge el departamento de investigación de Deutsche Bank en su informe 'The Digital Car', cada vez son más las compañías tecnológicas que están empezando a colaborar con las firmas para crear nuevas herramientas de asistencia y software para los conductores, como es el caso de Apple, con Apple CarPlay, y Androdid, con Android Auto.

Asimismo, defiende que la digitalización del automóvil podría suponer la evolución de los modelos actuales de movilidad hacia una conducción más inteligente que reduzca hasta un 18% de las emisiones de CO2 mundiales, el número de accidentes y mejore el flujo del tráfico, sobre todo, en las grandes ciudades.

Pero la evolución hacia el 'coche digital' no presenta solo beneficios para la conducción en sí, si no que también trae consigo un impacto positivo para las ganancias de las empresas automovilísticas, aunque "de momento ninguna de ellas tiene un liderazgo significativo".

Por otro lado, el estudio resalta que las preferencias del consumidor en este sector, "que se han gestado durante décadas", "no cambiarán de la noche a la mañana", por lo que la llegada del 'coche digital' "dependerá de muchos factores".

La regulación gubernamental sobre este tipo de conducción también está por esclarecer, lo que conlleva dudas sobre qué pasará en los ámbitos de seguridad y protección de datos, entre otras cosas.