La desviación en la recaudación se produjo principalmente en el impuesto sobre la renta y en el de sociedades, explica la Agencia, que añade que el pasado año el crecimiento económico fue superior al previsto pero con menor aumento de precios y de salarios.

En el caso del IRPF, la recaudación quedó un 4 % por debajo de lo presupuestado, un desvío que la Aeat relaciona con que el esperado repunte de un 1,4 % de la remuneración de los asalariados no se produjo y con la intensidad de la caída de las ganancias patrimoniales.

En cuanto al impuesto de sociedades recaudó un 12,8 % menos de lo presupuestado, principalmente porque el cierre de 2015 fue peor de lo esperado, lo que afectó a la base de proyección y derivó en más devoluciones de las estimadas.

A esto se añade que el Presupuesto incluía una partida de 600 millones del impuesto sobre transacciones financieras, que finalmente no entró en vigor, y que los menores precios de la electricidad mermaron los ingresos del impuesto sobre la producción de energía eléctrica y el impuesto especial sobe la electricidad.

El informe indica que la recaudación tributaria gestionada por la Agencia Tributaria ascendió el pasado año a 186.249 millones, un 2,3 % más que en 2015, gracias a la evolución favorable del consumo y el empleo, aunque este efecto fue "parcialmente contrarrestado" por las medidas normativas y ajustes contables.

La Agencia calcula que los cambios normativos mermaron en 2.264 millones de euros la recaudación, una cifra que eleva a 10.110 millones entre los ejercicios 2015 y 2016.

La base imponible agregada creció un 4,3 %, principalmente gracias al impacto que las medidas fiscales aprobadas en diciembre tuvieron sobre el impuesto de sociedades.

"Son ya tres años consecutivos de crecimientos tras los seis de descensos que tuvieron lugar en el periodo de profunda crisis económica", destaca la Aeat.

Por impuestos, el IRPF recaudó 72.416 millones, un 0,1 % más, una estabilidad que se produce al confluir el aumento de la renta de los hogares, debido a la recuperación del empleo, con la bajada del tipo puesta en marcha por el Gobierno de 2015.

Los ingresos del impuesto de sociedades aumentaron un 5 %, hasta 21.678 millones, impulsados por el impacto de las sucesivas reformas, que tuvieron una repercusión positiva de 1.047 millones.

El mayor impacto correspondió a las medidas sobre los pagos fraccionados que suponían la aplicación de tipos incrementados y la exigencia de un pago mínimo a las grandes empresas, aunque fue contrarrestado por la disminución de los tipos, del 28 % al 25 %, lo que mermó los ingresos en 1.991 millones.

El IVA recaudó 62.845 millones, un 4,2 % más, gracias al aumento de la base del impuesto como consecuencia del mayor consumo de los hogares.

Los impuestos especiales ingresaron 19.866 millones, un 3,8 % más, impulsados por el impuesto de hidrocarburos -que subió un 7,9 % por el mayor consumo y las menores devoluciones del céntimo sanitario-, el alcohol y el tabaco.

La recaudación de los impuestos sobre el tráfico exterior, que son recursos de la Unión Europea, aumentaron un 5,7 % y el impuesto sobre primas de seguros, un 1,6 %. EFECOM

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