En agosto de 2007 comenzó la peor crisis financiera global de las últimas décadas. Con un origen vinculado al sector inmobiliario de Estados Unidos, las conocidas hipotecas subprime, el contagio de lo que era aparentemente un problema local fue rápido y la economía global entró en una recesión, que todavía hoy sigue sin resolverse en algunos rincones de la tierra.
En España, no pasó ajena esa crisis, sino todo lo contrario. Ahora, parece que lo peor ha pasado y voces como las del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o las del jefe del Estado, Rey Felipe VI, dan por cerrado ese duro capítulo de la historia económica. Sin embargo, existen y existieron economistas apocalípticos, tanto españoles como internacionales, que creen que los problemas no se han resuelto y todavía tardarán años en digerirse, además de aparecer otros nuevos. Esos agoreros se temían lo peor y así lo hicieron constar. Afortunadamente, muchos de esos malos presagios no se han cumplido.
El FMI fue uno de ellos. En 2014, advertía que España no podría recuperarse ni en 2019, de una crisis que dejó en 2009 la primera caída anual del PIB (-3,8%).
Esos cálculos llevaron al organismo a predecir que ni en 2019 se lograría un crecimiento de la economía superior al 2%. Sin embargo, en 2016 ya creció al 3,2%.
Hace dos años, en 2015, Larry Summers, ex asesor de la Casa Blanca, decía: "España ha hecho más progresos de los que nadie imaginaba. Pero ha declarado victoria de forma prematura ya que queda crisis para el resto de la década en España y en toda la periferia". Otro desatino, sin duda.
No fueron los únicos. Hans-Werner Sinn, presidente del influyente think tank alemán IFO, advertía en 2013 que España tardaría 10 años más en salir de la crisis. ¿No tengo dudas de que les espera una década, incluso más, de austeridad hasta llegar a esa devaluación interna del 30%¿, comentó.
Si se hubieran cumplido los pronósticos del profesor y economista Santiago Niño Becerra, todavía estaríamos en recesión y ésta no se terminaría hasta 2025. Niño Becerra pinta un futuro negro: ¿el salario medio no subirá, la tendencia es a la baja porque el trabajo se ha convertido en una materia prima: hay más oferta de trabajo que demanda¿. Además, ¿con la robotización y la automatización aún hay más oferta de trabajo que demanda¿. Aunque la economía está creciendo al 3,2%, dice que ¿la tasa de pobreza y exclusión social está aumentando¿.
El economista Juan Ignacio Crespo en su libro ¿Por qué en 2017 volveremos a entrar en recesión?, vaticina una recesión en todo el mundo en 2017 que exigirá volver al capitalismo de Estado. Quedan cuatro meses para que se cumpla la profecía.
Crespo calcula que la nueva crisis durará 18 meses y alerta de riesgos como la «banca en la sombra» o el cambio de modelo al que debe hacer frente China como amenazas para la economía global. Crespo fue de los pocos economistas que supieron predecir la crisis de 2008. Ahora aconseja ponerse una alarma en el móvil para que nos avise de que hay que vender todo lo que se tenga en Bolsa en 2034. Bien es cierto que Crespo no considera que la futurible recesión vaya a ser "tan devastadora para España", al menos no a los niveles del año 2008, y recomienda al Ejecutivo que, en caso de una nueva crisis, "haga siempre lo que hagan los demás".
El periodista Ramón Muñoz, autor del libro 'España, destino tercer mundo', lleva desde 2012 insistiendo en que vamos, sin remedio, a la suspensión de pagos. España es insolvente, nadie ha pagado un nivel de deuda como el nuestro, ha comentado.
En su opinión, en aquel año estábamos en el inicio de una convulsión social que iba a dar un vuelco radical y definitivo a nuestro nivel de bienestar, devolviéndonos a épocas pasadas marcadas por la inmigración y la pobreza.
El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz defiende que "España ha tenido que pagar un precio muy alto" por esta crisis, que supone una "década perdida" para España y Europa. Además, prevé que pasarán muchos años hasta que se vuelva a la normalidad.
Además, el partido antieuropeo y anti extranjeros Alternativa para Alemania (AfD) considera a España una «economía débil» y con «un nivel de competitividad muy diferente al alemán», por lo que considera que debería estar fuera del euro. El vicepresidente de AfD y parlamentario regional en Baden-Württemberg, Jörg Meuthen, sugiere que España forme su propia moneda común junto con Italia y Portugal y añade que «Grecia es tan débil que no puedo imaginar que ningún país quiera compartir divisa con ese país».
A pesar de estos negros presagios, en nuestro país no han surgido voces como las de Marc Faber, economista, analista y empresario suizo conocido como Dr. Doom, por sus previsiones catastrofistas de la talla de: ¿La confianza de los inversores en los bancos centrales se derrumba¿; ¿el mercado de activos, el inmobiliario, las bolsas, los bonos, los precios del arte, todo es una burbuja y las tasas de interés y los depósitos a corto plazo son básicamente cero. El único sector que creo que es barato es el de los metales preciosos¿; ¿esto va a terminar en un desastre completo, aunque tardemos entre cinco a diez años en verlo¿; ¿creo que la Tercera Guerra Mundial se iniciará en los próximos cinco años.