El resultado de julio fue el menor para ese mes desde 2014, cuando el índice fue del 0,01%, mientras que en el acumulado en los últimos doce meses la tasa llegó al 2,71% y se situó, por primera vez en diez años, por debajo del 3 % que establece como meta el Gobierno.
De enero a julio, los precios avanzaron un 1,43%, frente a la inflación del 4,96 % registrada en el mismo periodo del año anterior.
La subida de julio se vio estimulada por los sectores de vivienda (1,64%) y transporte (0,34%), mientras que el grupo de alimentos y bebidas retrocedió por tercer mes consecutivo (0,47%).
Brasil registró en junio una deflación por primera vez en 11 años y la mayor en casi dos décadas, en medio de una aguda crisis económica y un alto índice de desempleo que ha desincentivado el consumo en la mayor economía de Suramérica.
Presionado por el abaratamiento de la energía, del combustible y de los alimentos frescos, el índice de junio fue del menos 0,23%, la primera tasa negativa desde junio de 2006 (menos 0,21%) y la más baja desde agosto de 1998 (menos 0,51%)
La baja inflación de los últimos meses supone un alivio para los consumidores, después del 10,67% de 2015, su mayor nivel en 13 años, y del 6,29% de 2016.