Éste es el primer indicador semestral positivo desde 2014, cuando la economía nacional entró en una profunda recesión debido a la caída de los precios del petróleo y a la devaluación de la moneda, el rublo.

El Producto Interior Bruto (PIB) ruso ya había crecido un 0,5 % en el primer trimestre de este año, después de una contracción del 0,6 % en 2016.

Según las previsiones del Banco Central, la economía rusa crecerá entre un 1,3 % a 1,8 % este año, mientras el Ministerio de Economía pronosticó un crecimiento de en torno al 2 %.

Las autoridades también esperan que dejen de reducirse los ingresos de los rusos, que cayeron en 2016 por tercer año consecutivo.

Con todo, el Gobierno siempre ha destacado que los rusos estaban dispuestos a "apretarse el cinturón" y no darían la espalda al Kremlin, ya que éste nunca recortó las partidas de los programas sociales.

El presidente ruso, Vladímir Putin, pronosticó que la economía se recuperará en 2017, lo que ha sido confirmado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), y ha encargado al Gobierno un plan de desarrollo para que el PIB se incremente por encima de la media mundial a partir de 2020.EFECOM

io/may