Esa subida se debió, según explicó ese organismo oficial, a que un mayor gasto en alimentación "compensó" la caída registrada en la venta de otros bienes de consumo en este país.
La diferencia existente entre los salarios y la inflación -que se sitúa en el 2,6 %- continúa agrandándose, lo que añade presión sobre el gasto de las familias.
Los datos divulgados apuntan además a un incremento en el volumen de venta de productos alimenticios de un 1,5 % en julio, habiendo caído también el pasado junio en un 1,1 %.
En un comunicado, la oficina apuntó que el resto de sectores experimentaron por su parte una bajada en el volumen de sus ventas al margen de los bienes para el hogar.
El analista de la ONS Ole Black indicó hoy a la cadena pública británica BBC que "las fuertes ventas en alimentación han sido responsables del crecimiento del 0,3 % registrado en julio frente a junio, pues el resto de los principales sectores han mostrado un descenso".