Los hoteles de Barcelona, en cuyo casco urbano se produjo el atentado terrorista del pasado 17 de agosto, recibió a más de 634.000 viajeros extranjeros en julio y casi 140.000 españoles, con una estancia media de 2,66 días y un grado de ocupación del 84 %, según los datos difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Barcelona sumó en este mes típicamente veraniego 1,8 millones de estancias hoteleras, muy por encima de Madrid y Benidorm, que figuran en segundo y tercer lugar, respectivamente, en cuanto al cúmulo de pernoctaciones.
Los indicadores de las pernoctaciones de viajeros se mantuvieron al alza en julio gracias a los no residentes en España, que crecieron un 3,5 % y compensaron la bajada de un 1,9 % en las estancias de los españoles.
En los siete primeros meses del año el volumen de las estancias en hoteles es ya un 3,8 % mayor que en el mismo periodo de 2016.
Los principales destinos de los viajeros españoles fueron, por este orden, Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Canarias, aunque tuvieron descensos en el número de estancias, de hasta el 5,3 % en el caso de los hoteles andaluces y valencianos.
Baleares, con un 1 % de aumento, fue el destino preferido para los visitantes extranjeros, que registró el 34 % del total de las pernoctaciones en toda España.
Por zonas turísticas, el mayor grado de ocupación hotelera en julio se registró en Palma-Calviá, con un 92,1 %, mientras el mayor número de pernoctaciones se produjo en la Costa del Sol (2,35 millones).
Formentera fue el punto turístico con mayor grado de ocupación hotelera del mes, con un 96,39 %.
Uno de cada cuatro viajeros alojados en hoteles en julio fue británico y el 22,2 % fueron residentes alemanes.
No obstante, el mercado británico bajó un 5,2 %, mientras que el alemán creció un 9,4 %.
La tasa anual del índice de precios hoteleros (IPH) se situó en el 6,9 % en julio, lo que supone 0,7 puntos por debajo de la registrada hace un año.