El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, contaba con llevar esta semana al Consejo de Ministros las cuentas del próximo año, pero finalmente ha desistido ante la falta de apoyo por ahora del Partido Nacionalista Vasco, clave para poder sacar adelante los presupuestos ante la minoría parlamentaria del Partido Popular.
Los nacionalistas vascos, que respaldaron las cuentas de 2017 a cambio de una revisión del cupo entre otras concesiones, dijeron la semana pasada que la "exacerbada" respuesta del Gobierno al reto soberanista en Cataluña iba a dificultar su visto bueno a los presupuestos.
La fuente de Hacienda dijo que las negociaciones con los grupos parlamentarios seguían en marcha y dependería de cómo avanzaran que el ministro pudiera presentar o no el borrador de presupuestos el viernes 29 de septiembre.
Un retraso más allá de la próxima semana tensaría el calendario de aprobación antes de final de año.
Diversos ministros del Ejecutivo habían dado por hecho estos días que las cuentas de 2018 saldrían adelante con el apoyo de los grupos que el pasado mayo respaldaron los presupuestos de este año -Ciudadanos, Coalición Canarias, Nueva Canarias y PNV-, pero la crisis catalana ha puesto en duda esta confianza.
En julio pasado, Hacienda aprobó el llamado techo de gasto de los presupuestos, elevando la cifra un 1,3 por ciento interanual, hasta 119.834 millones de euros, el primer aumento desde 2014.
Además de los presupuestos, el Gobierno tenía previsto dar el viernes luz en el Consejo de Ministros a un nuevo cuadro macroeconómico para reflejar que el PIB crecerá más del 3 por ciento previsto hasta ahora, pero una fuente del Ministerio de Economía confirmó que también se aplazará su aprobación.