El repunte de los precios durante el mes de septiembre se explica por la evolución al alza del precio de la energía, que subió un 7,7% en comparación al 5,9% de la lectura del pasado mes de agosto, mientras que los precios de los alimentos se incrementaron una décima frente al mes precedente, hasta el 1,9%.
De este modo, sin tener en cuenta el impacto de la volatilidad de la energía y los alimentos, la tasa de inflación subyacente de la OCDE se mantuvo estable por quinto mes consecutivo en el 1,8%.
Entre las grandes economías de la OCDE, se observó un incremento de la inflación en EEUU (2,2% frente al 1,9% del mes anterior), Canadá (1,6% frente al 1,4%), Francia (1%% frente al 0,9%) y Reino Unido (3% frente al 2,9%), mientras que se mantuvo estable en Japón (0,7%) y en Alemania (1,8%), y bajó una décima en Italia (1,1%).
En la zona euro, medido a partir del Índice de Precios al Consumo Armonizado, que permite realizar comparaciones entre países, se mantuvo estable en el 1,5%, mientras que la subyacente retrocedió una décima frente a agosto, hasta el 1,1%.
Respecto a España, la inflación se situó en septiembre en el 1,8%, al mismo nivel que en agosto. Los precios de la alimentación, por su parte, subieron un 1,2% y los de la energía un 5,8%. La inflación subyacente se situó en el 1,3%.