Por Alejandro Prieto
Végh manifestó en una entrevista con Efe en Montevideo que espera que la región, para la cual el BM proyecta en su último informe semestral un 1,1 % de crecimiento económico más que en 2017 en el próximo año, siga creciendo en los próximos años, impulsada por la recuperación de sus economías más importantes.
"Soy optimista y, como se ve en el informe, estamos proyectando para el 2018 mayor crecimiento que para el 2017; eso refleja un mayor comercio y mayores reformas estructurales, así que espero que en el informe de octubre cuando pongamos el forecast (pronóstico) para el 2019 continuemos creciendo", apuntó.
El economista, que arribó esta semana a Uruguay para participar del Foro del Instituto de Investigación para el Desarrollo, Crecimiento y Economía (RIDGE) y presentar ese informe, argumentó en ese sentido que los países "avanzan tan rápido como pueden".
"Los países de la región en general son conscientes (de sus objetivos), por todas las reformas que se están haciendo (...) cada país avanza tan rápido como puede. Obviamente reformas laborales, de pensiones o educativas no se hacen de la noche a la mañana y exigen un debate público entre la sociedad civil y el Gobierno", apuntó.
En esa línea, Végh destacó que reformas como la impositiva que aprobará Argentina, y la laboral aprobada este año en Brasil demuestran que hay un camino, si bien para poder continuar creciendo más en el futuro los países deben mantener o acelerar esos procesos.
El economista uruguayo expresó que los últimos 15 a 20 años "la región ha hecho unos avances extraordinarios en conseguir crecimiento con equidad, baja pobreza y mejoras del sistema de salud para la gente más necesitada".
Por otro lado, si bien reconoció que la salida de la recesión económica que experimentó la región en los últimos años impulsada por la recuperación de Argentina y Brasil es clave, Végh destacó que la región tiene varios desafíos hacia adelante.
"En los próximos años la región va a tener que encontrar sus propias fuentes de crecimiento en materia de reformas estructurales, mucha inversión en infraestructura vial, y también aumentar el comercio tanto a nivel interregional como internacional", aseveró.
En particular, el economista hizo énfasis en que la región es una de las más débiles del mundo en su comercio interregional.
"Los obstáculos son que hemos desarrollado a través de los años una estructura de comercio interregional que no ha sido la óptima. El Mercosur no resultó ser tan positivo como se pensaba", señaló.
"Ahora por suerte el presidente (de Argentina Mauricio) Macri está tratando con cierto éxito de acercar el Mercosur a la Alianza del Pacifico, o sea que si eso se concreta creo que va a ser un gran paso", añadió.
Como otro desafío a superar Végh destacó a su vez el golpe que implicaron para algunos países caribeños los desastres naturales ocurridos este año, que costarán un gran esfuerzo de reconstrucción.
"Para las islas del Caribe ha sido un golpe terrible. El BM ha estado ayudando lo más posible pero en todas estas islas estamos hablando de que hay que reconstruir gran parte de la infraestructura", acotó.
Si bien añadió que "es claro" que eso impactará en el Caribe, Végh objetó que los terremotos en centroamérica no afectarán tanto a la economía mexicana, cuyas preocupaciones van por otro lado.
"Para centroamérica y México siempre tenemos el peligro de las amenazas proteccionistas de la administración norteamericana. Vamos a ver qué pasa con el tratado de NAFTA, (...) pero es muy difícil predecir qué es lo que va a suceder", comentó.
Y tal y como lo plantea el informe semestral del BM "Entre la espada y la pared: La encrucijada de la política monetaria en América Latina y el Caribe", Végh alertó de que ciertas decisiones en la política monetaria pueden afectar a los Bancos Centrales latinoamericanos si se dan impactos negativos.
Végh indicó que si sucede una bajada del PIB y de la entrada neta de capitales, se deprecia el tipo de cambio y se acelera la inflación, los bancos se enfrentan al "dilema" de subir o no sus tasas de interés de política monetaria, algo que en definitiva va en la postura de cada país.
Sin embargo, el experto reafirmó que esas situaciones no llegan a un nivel de "crisis", por lo que la región sigue teniendo un balance positivo.
"Ciertamente ni yo ni el BM vemos ninguna crisis en el futuro inmediato. Simplemente se nos acabó ese viento de cola tan fuerte que tuvimos por diez años, entonces ahora el barco va a andar un poquito más despacio y hay que ayudar un poco", concluyó.