Por Francesco Canepa
El Bundesbank ha sido un firme partidario del dinero en efectivo en medio de la tendencia global hacia las formas electrónicas de pago, como las tarjetas de débito, y el debate internacional sobre la idea de usar dinero digital emitido por los bancos centrales.
Sin embargo, una encuesta a alrededor de 2.000 personas hecha por el banco central alemán mostró que las tarjetas están ganando gradualmente terreno en el país, aunque el efectivo continúe siendo la forma favorita de pago.
"El efectivo continúa siendo el más popular, pero los pagos con tarjeta están aumentando", dijo el miembro del consejo de Bundesbank, Carl-Ludwig Thiele, según presentaba la encuesta.
El efectivo supuso el año pasado un 47,6 por ciento del volumen de las transacciones alemanas, por debajo del 53,2 por ciento registrado hace tres años y por debajo de la mitad por primera vez desde que se empezó a hacer el sondeo en 2008, mostró la encuesta.
Las tarjetas se adueñaron el año pasado de un 39,4 por ciento de la cuota respeto al 33,4 por ciento de 2014, reflejando la tendencia global que lleva mucho tiempo imponiéndose en otros países como Suecia y Reino Unido.
Los pagos por internet también crecieron, pero todavía suponiendo solo un 3,7 por ciento del volumen total.
Los alemanes y los austriacos son los mayores usuarios de efectivo entre los países del "núcleo" más rico de la eurozona, según un estudio reciente del Banco Central Europeo (BCE).
Esta preferencia ha sido asociada a las preocupaciones sobre privacidad y a una arraigada falta de confianza en el estado, que algunos remontan a la era de los nazis y la Alemania Oriental comunista.