Calidad Pascual se reinventa. Y lo hace volviendo la mirada hacia el producto, cuidando el proceso de producción desde el origen y "mimando" al animal para ofrecer la mejor leche al usuario final y como base para su catálogo de productos lácteos. Este afán por aportar un plus de calidad ha permitido a la entidad convertirse en el primer gran fabricante español con el 100% de sus granjas certificadas: las 348 explotaciones ganaderas que surten de leche a las plantas de la empresa han obtenido la certificación Bienestar Animal AENOR Conform.



Esta distinción es un espaldarazo a la actividad de la compañía. Y no solo para la que desarrolla en la actualidad sino como guiño al trabajo de años en esa dirección. Según cuenta su presidente, Tomás Pascual, "las empresas debemos ir un paso más allá y adaptarnos al estilo de vida de las personas". Y eso, además de la tradición de la empresa de "dar lo mejor en cada parte del proceso para garantizar que llega la mejor de nuestra leche a tu casa", supone cumplir el compromiso de "ser transparentes con nuestros consumidores".

La tendencia de las compañías es, en efecto, la de ser más transparentes y ofrecer al cliente toda la información para que sepa qué compra y qué consume. El público también demanda que estos productos alimentarios provengan de animales que viven en las mejores condiciones. Así al menos lo cree el 94% de los españoles, según el último Eurobarómetro; el 71% desea igualmente una mayor información acerca del origen de lo que pone en su mesa. De ahí que estas certificaciones independientes supongan un respaldo para las empresas que obtienen su adhesión pero también un extra de tranquilidad para las personas.



Defender el bienestar de las vacas lecheras no es algo nuevo para Calidad Pascual. Desde el primer momento situó este concepto como uno de sus ejes estratégicos. Y es que, como recuerda su presidente, "la leche la hacen nuestras vacas, no nosotros". Es la llave de la importancia de la leche como producto final y como base de buena parte de su catálogo, por lo que cuidarla en origen se traduce en un sabor de calidad superior en el paladar. Y no es cuestión baladí, porque sus productos están presentes en más de 10 millones de hogares en España. Ahora, toda su leche es 100% bienestar animal.

El certificado Bienestar Animal AENOR Conform es un hito para este fin. Y aún más teniendo en cuenta que el visto bueno para ello se formalizó en apenas tres meses, un tiempo récord que solo se explica atendiendo al Sistema de Gestión, Certificación y Asesoramiento de la empresa, implantado desde décadas, y cuyos objetivos y mantenimiento coinciden en buena parte con las exigencias de este modelo de certificación.

Tomás Pascual recuerda que este sistema interno comenzó a aplicarse en 1998, si bien antes de esa fecha, continúa, "en el departamento Agro ya trabajábamos estos factores en el campo".

El certificado Bienestar Animal AENOR Conform es un hito para este fin. Y aún más teniendo en cuenta que el visto bueno para ello se formalizó en apenas tres meses, un tiempo récord

Este mecanismo de control interno valora el proceso de producción de leche en todas las granjas proveedoras, en las que viven 90.000 vacas. Se evalúa la calidad, la seguridad alimentaria, el bienestar animal y las instalaciones, entre otros parámetros, para lo que Calidad Pascual cuenta con un equipo multidisciplinar en el que hay ganaderos, veterinarios, ingenieros agrónomos y técnicos especialistas que supervisan cada aspecto del proceso. Según el responsable de Bienestar Animal de Calidad Pascual, Félix Díez, esta vigilancia responde a una "obsesión por la calidad que obedece a un trabajo continuado y a veces no tan conocido" con el que, concluye, "creamos valor para todos".

Y en primer lugar, para los animales, a los que se "mima" para conseguir, según Díez, que sean "vacas felices". Esto pasa por ofrecerles unas instalaciones adecuadas, con zonas de descanso y protección de las inclemencias del clima, acceso libre a la comida y la bebida y, por supuesto, mantener unas óptimas condiciones de higiene y de salud, para lo cual se cuenta con un apoyo veterinario para todos los ganaderos. También se vigila el trato adecuado del animal y se controla su comportamiento.

Excelencia en las cuatro categorías



Todo suma para cada uno de los doce requisitos que se valoran para conceder la certificación. El modelo AENOR, desarrollado junto al Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), evalúa cuatro categorías: buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y comportamiento apropiado. El resultado de la evaluación es una puntuación que debe ser como mínimo de 'aceptable' durante el primer año. En un plazo no superior a tres años la firma debe alcanzar un nivel 'superior' o 'bueno'. Fruto del buen trabajo previo, Calidad Pascual "está en este nivel de bueno desde el primer año".

Es una prueba más, según Díez, de lo relativamente "sencillo" que ha sido obtener esta certificación "en tiempo récord". El sello tiene una validez de tres años, durante los cuales las instalaciones de la empresa se someterán a auditorías de granja y de su sistema de gestión.

Por otra parte, este énfasis en cuidar al máximo el proceso productivo también se ha traducido en otro reconocimiento internacional. En este caso, el aval del iTQi (organización líder mundial dedicada a catar y promover productos alimenticios de sabor superior) en todas sus leches clásicas -entera, semidesnatada y desnatada- y sin lactosa, algo que no había logrado antes ninguna empresa en España. Además, el iTQi concedió en 2017 a la leche entera de Calidad Pascual el Diamond traste Award, la única leche en el mundo con esta distinción.

Ambas condecoraciones son un hito que añadir en los casi 50 años de vida de la marca. Una historia que se escribe con momentos de innovación en nuestro país, como la uperisación de la leche y el envasado en tetra brik en los 70 o las primeras leches desnatadas y semidesnatadas del mercado, ya durante los 80. Tales novedades llevaron a la firma a ser líder del mercado y hoy, en pleno siglo XXI, vuelve a dar un salto hacia delante con granjas más sostenibles y con el 100% de bienestar animal certificado. Y eso, en la calidad del producto y en su sabor, se nota.