Hacienda, con Cristóbal Montoro al frente, decidió poner el foco y extremar su control sobre los ingresos que procedían de determinadas actividades artísticas, periodísticas y literarias. El objetivo de tales inspecciones era comprobar si realmente las sociedades creadas para facturar los ingresos cumplían con los criterios de Hacienda.

Desde el punto de vista mercantil, no existe impedimento para crear una sociedad con un solo socio y sin trabajadores. Diferente es si esa sociedad sigue desarrollando su actividad, facturando y declarando ingresos en Sociedades, en el mismo estado en el que se creó, es decir sin socios ni trabajadores.

Esa operativa levanta las sospechas de Hacienda puesto que los ingresos profesionales de una persona física deben incluirse en el IRPF, un tributo con tipos de gravámenes más altos. La Agencia Tributaria establece que las rentas derivadas del ejercicio de actividades económicas, obtenidas por empresarios individuales o profesionales residentes, tributan en el Impuesto sobre la Renta de las Personas físicas (IRPF). Sus obligaciones contables y registrales dependen tanto del régimen de determinación del rendimiento como del tipo de actividad de que se trate. Además, tienen retenciones a cuenta.

Por esta práctica, Hacienda la emprendió contra actores, futbolistas y políticos. El ex presidente del Gobierno José María Aznar, fue uno de ellos. Este utilizó una sociedad para pagar menos impuestos por sus ingresos, sociedad Famaztella ¿creada con su mujer, Ana Botella¿ para facturar sus actividades profesionales y tributar así a través del impuesto de sociedades (con un tipo impositivo en torno al 25%) y no a través del IRPF (donde, en niveles altos de renta, el tipo puede rozar el 50%).

Ahora se ha conocido que el ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta, fue sancionado a abonar 218.000 euros al Fisco, por idéntica operativa. Es decir por los impuestos que dejó de pagar en 2006, 2007 y 2008 cuando trabajaba como presentador de televisión al declarar a través de una sociedad. Así podía tributar en el Impuesto sobre Sociedades a un tipo inferior que si lo hubiera hecho como renta personal con el IRPF, según publica El Confidencial.

Este diario se hace eco de la sentencia de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). En ella se explica que el entonces presentador en El programa de Ana Rosa (Telecinco) ingresó en esos tres años casi 800.000 euros a través de la sociedad limitada Almaximo Profesionales de la Imagen, de la que era único accionista y administrador desde 2006 y que fue liquidada a finales de 2016.