El Banco de España comienza a dar pinceladas de su próximo `Informe trimestral de la economía española¿. Y a pesar de que el Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a dejar claro que las próximas subidas de tipos de interés serán graduales a partir de mediados de 2019, el organismo ha querido calcular el impacto del giro en la política monetaria sobre administraciones públicas, empresas y familias.
En este grupo, las empresas españolas aparecen como las mayores damnificadas, debido al endeudamiento acumulado en los últimos años. ¿La carga financiera neta del sector empresarial es más sensible a incrementos en el tramo corto de la curva de rentabilidades, lo que refleja el predominio de financiación con vencimiento próximos y a tipo variable¿, indican desde el organismo.
Incluso en el escenario base que maneja el Banco de España, que contempla aumentos moderados y graduales en los tipos de interés, ¿la carga financiera neta se acabaría situando por encima del nivel registrado en marzo de 2018¿, advierten, insistiendo en que ¿esto indica que el margen de bajada de los costes medios de financiación ya se habría agotado¿. Las simulaciones muestran que una subida de 100 puntos básicos en los tipos de interés de corto plazo daría lugar a un incremento en la carga financiera neta del sector de 1,4 puntos porcentuales en relación con su excedente bruto de explotación (EBE) al final del horizonte de previsión, en comparación con el escenario base.
En el caso de una subida de los tipos de interés a largo plazo, la carga financiera neta apenas se incrementaría en 5 puntos básicos. ¿Combinando las dos perturbaciones, el impacto neto sería algo inferior a un 0,35% del PIB. Estos efectos son cuantitativamente elevados, pero más moderados que los que se estimaban justo antes de la última crisis, como consecuencia del notable desendeudamiento de este sector durante los últimos años¿, indican desde el organismo.
LA DEUDA DE LAS FAMILIAS
En el caso de las familias españolas, explican que el ¿notable desendeudamiento durante los últimos años, junto con la trayectoria creciente de sus depósitos, ha contribuido a que se modere sustancialmente el efecto renta negativo asociado a aumentos en los tipos de interés¿.
Según datos del Banco de España, la deuda de las familias españolas siguió reduciéndose en 2017, alcanzando el 61% del PIB (-3%). Ha bajado un 24% acumulado desde el nivel máximo alcanzado en 2010. Por lo que respecta a las empresas, la deuda a finales del año pasado representaba un 78% del PIB con un descenso del 5 % sobre 2016. El descenso acumulado desde sus máximos ha sido del 39 %.
Desde el organismo indican que dados el predominio de la financiación a tipo de interés variable y la duración corta de los depósitos, ¿los gastos e ingresos financieros están fundamentalmente ligados a las variaciones en los tipos de interés de corto plazo y son prácticamente insensibles a los cambios en el tramo largo de la curva de rentabilidades¿. Concretamente, consideran que el impacto asociado a una subida de 100 puntos básicos en los tipos de interés a corto plazo sobre los pagos por los intereses de las deudas contraídas se estima en 0,6 puntos porcentuales de la renta bruta disponible (RBD).
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
Siendo el sector empresarial, así, el que se vería comparativamente más afectado por su mayor endeudamiento neto, el Banco de España indica que en el caso de las Administraciones Públicas el impacto sería más lento, ¿y se produce como consecuencia de incrementos en las rentabilidades a medio y largo plazo¿.
En este segmento, y ¿dado el predominio de la financiación a largo plazo y a tipo fijo, el impacto del aumento de los tipos de interés en la carga financiera neta (diferencia entre los pagos y los ingresos por intereses) es gradual y, comparativamente, más acusado cuando la subida se concentra en el tramo largo de la curva¿, explican.
En cuanto al efecto de las perturbaciones, los resultados de las simulaciones muestran que un incremento de 100 puntos básicos en los tipos de interés a corto plazo se traduciría en una carga financiera neta que, al final del horizonte de previsión (finales de 2020), sería 0,1 puntos porcentuales más elevada en relación con el PIB que en el escenario base, mientras que un aumento de la misma cuantía en los tipos de interés a largo plazo implicaría un aumento de aquella de 0,2 puntos porcentuales.
¿Estos efectos son sustancialmente mayores que los que se estimaban hace unos años, con anterioridad al notable aumento registrado por el endeudamiento de las AAPP, que ha acrecentado la sensibilidad del saldo a las variaciones en los tipos de interés.¿, explican. El Banco de España advierte de que ¿el tamaño del efecto es relevante, en la medida en que la intensidad prevista del proceso de consolidación presupuestaria a lo largo del período 2018¿2020 es, dado el favorable contexto cíclico esperado, modesta¿.