Ha llegado el día más esperado por los contribuyentes españoles, el de la liberación fiscal. En otras palabras, desde hoy dejamos de pagar impuestos al Estado y empezamos a ganar dinero para cubrir nuestros gastos y lograr -si se puede- ahorrar algo de dinero con vistas al futuro.
El think tank Civismo es quien se ocupa de hacer los cálculos y señala que este año hemos necesitado 177 días para satisfacer las necesidades recaudatorias del Estado, lo que supone un día menos que el año pasado. En total, de media, los españoles abonan cerca de 12.000 euros en impuestos y cotizaciones sociales cada año.
Las Comunidades que más pagan
De esos 12.000 euros, la mayor parte se destina a las cotizaciones sociales; para lo que necesitamos 102 días de salario. Otros 35 días se utilizan para abonar el IRPF, 25 al IVA, 11 a los Impuestos Especiales y otros 5 que se emplean para sufragar otras imposiciones como el IBI, Matriculaciones o Sucesiones y Patrimonio.
Las 177 jornadas que dedicamos a pagar impuestos es la media, por lo que hay algunas Comunidades que están por encima. Es el caso de Cataluña, la autonomía que más tiempo destina a pagar impuesos y que dejará de hacerlo el próximo día de 5 de julio. Le sigue Cantabria (el 3 de julio) y Castilla-La Mancha (el 2 de julio).
En la parte baja de la tabla están Ceuta y Melilla, que ya han dejado de pagar impuestos el 24 de junio y La Rioja, que dejaron de hacerlo el día 26 de junio. Es llamativo el caso de Madrid, que cuenta con los impuestos más bajos y, sin embargo, tiene que seguir pagando hasta el día 29 de junio. ¿El motivo? Los impuestos municipales, explican desde Civismo.
Todo esto se traduce en lo que Civismo denomina la "cuña fiscal" que provoca una "reducción del salario neto de los trabajadores de forma significativa". ¿Y quiénes se ven más afectados? Los trabajadores de entre 45 y 64 años, dado que esa 'cuña fiscal' es del 38,3%, les siguen los que están entre 30 y 44 (37,55%) y los que están entre 16 y 29 con una cuña fiscal del 35,8%.
Las pensiones
¿Y qué efectos produce esa cuña fiscal? Pues según el think tank lo que provoca es que cerca del 80% de los contribuyentes paguen más de lo que reciben hasta que llega la hora de la jubilación. En concreto, se estima que abonan entre 3.500 y 7.700 euros más al año que lo que perciben por parte del Estado en materia de recursos y servicios públicos.
Sin embargo, cuando cumplen los 65 años las tornas cambian. A partir de ahí se benefician en unos 17.700 euros anuales en forma de pensiones, sanidad y dependencia. Así que, a juicio de Civismo, la rentabilidad de pagar los impuestos dependerá de cuánto nos quede de pensión y, también, de la evolución de las cotizaciones que se abonen durante la vida laboral.