El crecimiento de los nuevos pedidos derivó en una nueva acumulación de los pedidos pendientes de realización, si bien el incremento de los trabajos por completar fue solo marginal en junio.
El empleo creció a una tasa sólida pero atenuada en junio y las empresas que contrataron más personal lo vincularon a unos mayores requisitos de producción.
La tasa de inflación de los costes de los insumos se incrementó por segundo mes consecutivo, lo que llevó a un marcado aumento de los precios cobrados, el más acusado desde enero de 2017.
Pese al debilitamiento de la confianza empresarial desde comienzos de año, las empresas se mantienen optimistas de que la producción aumentará a lo largo de los próximos doce meses.