El Gobierno de Pedro Sánchez tiene en sus manos desde el mes de agosto el borrador de libro blanco con el que se iba a definir la estrategia de Inteligencia Artificial (IA) y big data para España, y que ya se presentó al gobierno anterior a finales de mayo.
Y aunque no se ha disuelto el grupo de trabajo creado por el anterior ejecutivo y formado por los mayores expertos españoles en la materia, no están claros los plazos para la publicación de los resultados.
La historia comienza cuando el Gobierno del PP anunció, en noviembre de 2017, la creación de un grupo de expertos de credenciales indiscutibles para diseñar la estrategia española en IA y big data.
El comité de sabios estaba compuesto por Elena Alfaro (BBVA), Elena Gil (Telefónica), Asunción Gómez (Universidad Politécnica de Madrid), Lorena Jaume-Palasí (Universidad de Berlín y Algorithm Watch), Miguel Luengo-Oroz (Naciones Unidas, UN Global Pulse), Nuria Oliver (Vodafone Institute y Data Pop Alliance), Andrés Pedreño (Universidad de Alicante), Javier Plaza Penadés (Universidad de Valencia) y Eduardo Vázquez de Castro (UIMP).
Este grupo de expertos reconocidos, indiscutibles y multipremiados en sus respectivas áreas de conocimiento, tenía como objetivo elaborar un libro blanco en seis meses para que el Ejecutivo impulsase la elaboración de un código ético sobre el uso de los datos en las administraciones públicas, así como un código de buenas prácticas para las empresas en el uso de la IA y los datos.
Todo esto, enmarcado en la futura Estrategia Digital para una España Inteligente 2025 que estaba elaborando el anterior ejecutivo y cuyo primer pilar abordaba "la economía y sociedad del dato".
Ellos han hecho su trabajo
Este informe se presentó al anterior secretario de Estado para la Sociedad de la Información y Agenda Digital, José María Lassalle, justo mientras se debatía en el Congreso la moción de censura sobre su gobierno. Hasta el punto de que el pasado 31 de mayo Lassalle se levantó de un 'conversatorio' (sic) sobre Inteligencia Artificial en el parador de Alcalá de Henares y se fue para no volver.
Fuentes de la Secretaría de Estado aseguran que, tras el cambio de inquilino en La Moncloa, el grupo no se ha disuelto, punto que confirman algunos de sus miembros. Sin embargo, los sabios ya hicieron su trabajo y siguen esperando sentados a que les digan qué pasará finalmente con él.
Concretamente, fuentes de la Secretaría de Estado transmitieron una respuesta oficial a EL ESPAÑOL: "Mantenemos el contacto con varios de los autores del Libro Blanco, que aborda tanto cuestiones teóricas como propuestas prácticas. Estamos en el proceso de estudiar el mejor formato para difundir ese contenido, así como de dar cabida a cada una de esas propuestas prácticas en nuestra economía".
"La publicación del libro no es la meta"
"Como se comunicó al grupo de trabajo, nuestra intención es publicar el libro. Pero hay que mirar también más allá. Tras ello debe haber políticas públicas también. Lo responsable es trabajar en las dos direcciones. La publicación del libro no es la meta, el camino es mucho más largo y lo responsable para el país es dar las respuestas necesarias", señalan desde el organismo, dependiente del Ministerio de Economía y Empresa que dirige Nadia Calviño.
Sin embargo, los sabios consultados insisten en que muchos países de nuestro entorno tienen ya estrategias de este tipo y que a cada minuto que pasa sin tener una en marcha, España se queda atrás.
Al menos uno de los integrantes de este grupo, en calidad de portavoz, se reunió con la nueva Secretaría de Estado el 31 de agosto y le envió el borrador días después. Los políticos manifestaron entonces su satisfacción y un interés "genuino y alto". Pero transcurridos casi dos meses, no han recibido sus reflexiones al respecto.
Entre medias, el secretario de Estado, Francisco Polo, ha encontrado tiempo para visitar Silicon Valley y el Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado nuevos impuestos para compañías tecnológicas, incluidas algunas que ya aportan a las arcas del Estado muchos cientos de millones de euros.
Está claro que las circunstancias políticas han ido en contra de la implantación de una estrategia de IA y big data en España. Pero ahora mismo la pelota está en el tejado del Gobierno. A él corresponde cogerla y volver a ponerla en juego. Cuanto antes, mejor.