El techo de cristal es un concepto que oímos cada vez más a menudo. Este término, acuñado en 1986 en un artículo del Wall Street Journal (The Glass Ceiling: Why Women Can’t Seem to Break the Invisible Barrier That Blocks Them from the Top Jobs deCarol Hymowitz y Timothy D. Schellhardt), determina la existencia de unas barreras invisibles - de ahí la expresión 'de cristal' - que frenan el ascenso de las mujeres trabajadoras a puestos de poder tradicionalmente ocupados por hombres.
Hoy en día, aún es escasa la presencia de mujeres en los puestos directivos de las empresas. Según datos de Eurostat, de los 7,3 millones de puestos directivos en empresas en Europa, el 65% están ocupados por hombres y el 35% por mujeres. Aunque en España la media se sitúa en una mejor posición: dos puntos por encima de la cifra europea.
Entre los 10 bancos españoles más grandes, solo dos cuentan con una mujer en los principales cargos: Ana Botín, presidenta de Banco Santander, y María Dolores Dancausa, CEO de Bankinter. Ante este escenario, algunas entidades ya han puesto en marcha proyectos para ampliar esta cifra y revertir una situación de desigualdad.
En el caso de Banco Santander, que cuenta con más 200.000 empleados entre sus filas, las mujeres representan el 56% del total de la plantilla, pero solo ocupan el 20% de los puestos directivos. Sin embargo, cabe destacar que en 2014 esta cifra era tan solo del 4,5%, lo que demuestra el firme compromiso de la compañía con la igualdad de género. Desde la entidad aseguran que su objetivo es doblar este porcentaje en 2025, y para ello se han puesto en marcha políticas activas de diversidad, como exigir la presencia de mujeres en las últimas fases de los procesos de selección. Además, se ha iniciado un programa de mentoring para fomentar el talento femenino en el que ya han participado 400 empleados.
Más allá de los programas internos, la entidad de Ana Botín apuesta por la igualdad de género premiando el talento femenino fuera de la empresa. Se han creado premios específicamente para emprendedoras, como los Woman Explorer Award, que otorgan 20.000€ al mejor proyecto liderado por una mujer.
Otra de las iniciativas más recientes de Banco Santander para invertir en las mujeres es Santander Equality Acciones, un fondo de inversión que apuesta por aquellas empresas que demuestren su compromiso con la igualdad de género en todos los niveles de su estructura. Se valoran hasta 7 indicadores que reflejen la implicación de la empresa en este asunto: porcentaje de mujeres en el consejo de administración, mujeres empleadas, mujeres en niveles intermedios, mujeres en puestos directivos, brecha salarial entre hombres y mujeres, políticas de igualdad de oportunidades y empresas lideradas por mujeres.
Quedan patentes los esfuerzos de las empresas por incorporar más mujeres en todos los niveles de su organigrama. Como ejemplo de los cambios que se han producido en Banco Santander hay que destacar que el año pasado, el 48% de las promociones realizadas fueron de mujeres, al igual que en las incorporaciones en puestos junior. También se ha llevado a cabo una profunda transformación en el consejo de administración, que ahora cuenta con cinco mujeres entre sus 15 puestos.
Aunque en las cúpulas más altas el número de mujeres no es todavía equiparable al de hombres, las políticas empresariales de los últimos años revelan que la igualdad de género será uno de los ejes principales en el futuro de la compañía.