En la revolución de las nuevas tecnologías, la transformación digital llega a las empresas. Se requieren nuevas herramientas y las empresas encuentran en la formación profesional la mejor vía para proporcionar a sus empleados los conocimientos necesarios para adaptarse a la era digital.
En el mundo empresarial el éxito llega a quien mejor se adapte. Implicar a los trabajadores en el proceso de transformación digital es la mejor baza para avanzar. Según el informe anual de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo, en 2017 se han superado por primera vez los 4 millones de participantes en formación profesional, pero los contenidos formativos relacionados con lo digital son todavía poco frecuentes. Un 93% de las grandes empresas ha proporcionado formación específica a sus trabajadores y son las que más invierten en este aspecto. En contraste, el número de pequeñas empresas y microempresas que facilitan formación no superan el 50%.
La capacidad de inversión en el ámbito de la formación hace que las pequeñas y medianas empresas se encuentren más rezagadas en cuanto a transformación digital. En España, donde el tejido empresarial está constituido por un 95% de pymes, UGT daba a conocer el pasado mes de agosto que solo el 4% imparten formación digital a sus plantillas. De las 3,3 millones de empresas analizadas en este informe, casi un millón no dispone de conexión a internet o página web.
La formación profesional en materia digital no debe tratar solo de implantar cambios, sino de que los trabajadores saquen el máximo partido del proceso de aprendizaje y continúen avanzando. Entre las competencias que deben adquirir, está el manejo hábil de los dispositivos y el del software que utilicen en su día a día. También pueden valorarse otros aspectos como la predisposición favorable al aprendizaje o la capacidad de los empleados para aplicar los conocimientos en el plano práctico.
Los planes de formación también pueden ir más allá de impartir unos conocimientos teóricos y ofrecer otro tipo de beneficios, más humanos, como la mejora en las relaciones entre los empleados. Bien planteado, un plan de formación profesional fomentará la comunicación, la productividad y la creatividad de los trabajadores.
En la actualidad hay una gran variedad de propuestas para que la formación profesional se desarrolle del modo que mejor se adapte a sus beneficiarios. Las empresas pueden ofrecer a sus empleados tres tipos de formación: presencial, semi-presencial u online. Los datos del informe antes citado de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo confirman que la formación presencial se mantiene como la modalidad preferida por las empresas. Un 76,8% de los empleados recurren a esta opción.
En segundo lugar está la formación a distancia u online, una opción cada vez más demandada. Los trabajadores pueden tener horarios flexibles para los tiempos de formación y ajustarlos a su ritmo de trabajo. La mixta, que combina contenidos presenciales y a distancia, es la menos popular porque la duración media de las jornadas formativas aumenta una media de 16 horas más.
¿Qué están haciendo las empresas para impulsar su transformación digital?
Un estudio de la escuela de negocios ICEMD afirma que entre un 60% de las empresas españolas no cuentan con alguien que se ocupe de la formación específica en competencias digitales. El reto de la transformación digital aún queda pendiente en muchas empresas, pues no basta con estar presente en el mundo digital, también hay que ser activo para no quedarse atrás.
Empresas como Banco Santander se apuntan a la revolución 4.0 para empujar la transformación digital de la banca. La compañía invierte en formación para sus trabajadores a través de acuerdos como el que ha alcanzado recientemente con Udacity, la organización educativa de cursos online. Santander proporcionará a sus empleados y a estudiantes universitarios, formación técnica en disciplinas como inteligencia artificial o ciencia de datos.
Con el objetivo de impulsar la transformación digital a nivel interno, entre sus propios trabajadores, y a nivel externo con jóvenes universitarios, la entidad bancaria llevará a cabo 3 iniciativas en México. La primera son los planes de formación para los empleados de Santander, en segundo lugar, la financiación de becas para universitarios que se apunten a los nanodegrees (microgrados desarollados por una institución pública en colaboración con una empresa) de Udacity. Por último, la culminación de esta colaboración se daría con la contratación por parte de Santander de aquellas personas que hayan completados los programas de formación.
Las nuevas tecnologías están transformando también la manera en que se trabaja. Un entorno digital puede proporcionar mayor flexibilidad a los empleados y ofrecerles la posibilidad de trabajar a distancia o desde casa, gracias a las posibilidades de la comunicación digital. Ya no basta con el correo electrónico. La era digital requiere de los profesionales de cualquier ámbito una formación continua para adaptar sus capacidades y proyectar todo su talento en las empresas.