Tokio, 23 ene (EFECOM).- El Banco de Japón (BoJ) decidió mantener hoy su política monetaria, sustentada en tipos de interés ultra bajos y un cuantioso programa de compra de activos, al tiempo que rebajó sus previsiones de inflación de los ejercicios 2019 y 2020.
En su reunión mensual sobre política monetaria, siete de los nueve miembros de la junta de la entidad decidieron dejar intacto el paquete de medidas que se aplican desde 2013 para lograr situar la inflación en torno al 2 %, pero revisaron a la baja sus previsiones de inflación ante la débil evolución de los precios.
Para lograr su esquiva meta inflacionaria, la entidad mantendrá los tipos de interés negativos a corto plazo y un cuantioso programa de compra del bono de deuda japonés, un activo cuyo rendimiento se quiere mantener en torno al 0 % a largo plazo.
El BoJ publicó también hoy su informe de previsiones de la evolución del índice de precios de consumo (IPC), en el que rebajó hasta el 0,9 % su estimación de crecimiento para el ejercicio fiscal de 2019, cinco décimas menos que el cálculo anterior, en la supone tercera vez consecutiva que recorta su previsión.
Para el ejercicio posterior de 2020, el banco central nipón rebajó su previsión del alza del IPC del 1,5 % al 1,4 %.
El ratio de crecimiento anual de los precios "ha sido positivo, pero ha seguido mostrando un desarrollo relativamente débil comparado con la expansión económica y el ajuste del mercado laboral", expuso la entidad en su informe de previsión económica.
La decisión del BoJ se produce en un momento marcado por una persistente inflación baja y la incertidumbre económica global.
La entidad también publicó sus perspectivas sobre la evolución del producto interior bruto (PIB), en las que revisó a la baja su previsión de crecimiento para el ejercicio 2018 del 1,4 % al 0,9 %.
El banco central nipón elevó, no obstante, sus previsiones económicas para los dos ejercicios posteriores, en los que estima que el PIB del país crecerá un 0,9 % y 1 %, una y dos décimas por encima de lo anteriormente estimado, respectivamente.
El BoJ citó como principales factores de riesgo para la evolución económica de Japón elementos como "las políticas macroeconómicas de Estados Unidos y su impacto en los mercados financiero globales, las consecuencias del proteccionismo", las negociaciones del brexit y la subida del IVA del 8 % al 10 % en el país prevista para octubre.