Los malos resultados de Ford en China y Europa, y en menor medida en Suramérica, redujeron los beneficios netos del Grupo Ford a 3.677 millones de dólares, un 52 % menos que en 2017, informó hoy el fabricante.
Ford señaló que en 2018 sus ingresos sumaron 160.338 millones de dólares, un 2,2 % más que en 2017, de los que 148.294 correspondieron a la venta de automóviles, 12.018 millones a Ford Credit (el brazo financiero de la compañía) y 26 millones a Ford Mobility.
En el conjunto de año, las ganancias antes de intereses e impuestos se situaron en 7.000 millones de dólares, 2.600 millones menos que en 2017.
Por regiones, Ford tuvo unos ingresos de 96.600 millones de dólares en Norteamérica tras vender 2.920.000 vehículos, con unas ganancias antes de intereses e impuestos (Ebit) de 7.600 millones de dólares.
En Suramérica, Ford ingresó 5.300 millones de dólares, vendió 365.000 vehículos y tuvo pérdidas antes de intereses e impuestos de 678 millones de dólares.
En Europa, los ingresos ascendieron a 31.300 millones de dólares, con 1.533.000 vehículos vendidos y unas pérdidas de 398 millones de dólares.
En Oriente Medio y África, Ford obtuvo 2.700 millones de dólares, vendió 109.000 vehículos y perdió 7 millones de dólares.
Finalmente en Asia Pacífico, los ingresos fueron de 12.400 millones de dólares, las ventas 1.055.000 unidades y las pérdidas sumaron 1.102 millones de dólares.
Tras la publicación de los datos, el director general de Ford, Jim Hackett, dijo en un comunicado que la compañía "tomará acciones decisivas" en los mercados y segmentos que están causando pérdidas.
"Ford empieza 2019 con una clara visión", afirmó Hackett durante una teleconferencia con analistas financieros y medios de comunicación.
"Tomaremos acciones decisivas en las áreas que no están obteniendo los resultados esperados", añadió el máximo directivo de la empresa.
Pero tanto Hackett como otros directivos de Ford presentes en la teleconferencia se negaron a precisar las medidas que tomará la compañía en Europa y Suramérica para volver a la rentabilidad.
Jim Farley, presidente de Ford para Mercados Globales, consideró que "es esencial" para Ford volver a ser rentable en el mercado chino, que la firma prevé que se convertirá en el mayor del mundo en los próximos años.
Farley adelantó que la compañía recortará "de forma agresiva" los costes en China con pasos como la disminución de costes materiales "a través de suministros locales" y la reducción de costes estructurales.
El fabricante espera recuperar mercado en China con el lanzamiento este año de 10 nuevos vehículos.
Sobre Europa, estamos rediseñando nuestras operaciones", explicó Farley, quien repitió que atacarán "de forma agresiva" los costes que la compañía tiene en el viejo continente.
"Estamos en proceso de consultas con nuestros principales socios sindicales en Europa", señaló el ejecutivo, que agregó que Ford "dará prioridad" a los mercados con los mayores márgenes de beneficios, como Alemania, y "dejará mercados y segmentos" que no sean rentables.
Farley indicó que Ford reducirá "la complejidad de los vehículos de pasajeros" y efectuará una "significante reducción en personal y costes estructurales", sin especificar.
Por su parte, Hackett detalló que el "rediseño" de Ford en Europa llevará un "poco más tiempo" que el efectuado en Norteamérica, pero que los beneficios se empezarán a ver a finales de 2019, y añadió que la empresa conjunta Ford Sollers en Rusia "está siendo revisada".