Las acciones de Repsol dejaron este lunes de cotizar en la Bolsa de Argentina, país en el que mantuvo una disputa durante años después de que el Gobierno argentino expropiara en 2012 el 51 % de la petrolera estatal YPF, de la que la compañía española era accionista mayoritario.
La compañía informó en un hecho relevante publicado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) española de que la salida de la Bolsa de Buenos Aires se hacía efectiva, una decisión que ya había avanzado a comienzos de este mes.
Según anunció entonces Repsol, pese a su salida de la oferta pública local, los accionistas argentinos podrán mantenerlas sin necesidad de transferirlas a un depositante extranjero, a través de la sociedad Caja de Valores.
Durante un año los accionistas también podrán optar por desprenderse de sus títulos vendiéndolos en el mercado español a través de Caja de Valores y el BBVA Banco Francés.
En los tres primeros meses, Repsol se hará cargo de los gastos de intermediación por la venta de las acciones y la posibilidad de venta en el mercado español seguirá abierta en los siguientes nueve meses, aunque en este caso los costes deberán ser afrontados por los accionistas en Argentina.
En la década de 1990, una época de privatizaciones en Argentina, Repsol compró una participación en la estatal YPF, que fue aumentando hasta convertirse en la accionista mayoritaria.
En 2012, el Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015) expropió el 51 % de YPF, lo que motivó que la petrolera española denunciase al Estado argentino ante tribunales internacionales.
La disputa se resolvió en 2014, cuando el Gobierno de Fernández de Kirchner reconoció una deuda con Repsol de 5.000 millones de dólares, una compensación que saldó con la entrega de títulos de deuda soberana.
Poco después de recibir la compensación, Repsol vendió los bonos argentinos y las acciones que le quedaban en YPF por 6.308,5 millones de dólares.