Madrid, 29 ene (EFECOM).- A mediados de este siglo, en 2050, el gasto público en pensiones podría situarse entre 4 y 6 puntos por encima del actual, que es del 10,08 % del producto interior bruto (PIB), por lo superaría el 16 %, según cálculos de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
La sostenibilidad del sistema de pensiones es "un problema muy complejo", dado el vuelco demográfico y teniendo en cuenta que en la próxima década entrarán en este sistema la generación del baby boom, según ha señalado la investigadora Elisa Chuliá en la presentación del monográfico "Envejecimiento de la población, familia y calidad de vida en la vejez", de la revista "Panorama Social" de Funcas.
Chuliá sostiene que el mantenimiento de déficit significativos de la Seguridad Social, tras la crisis, plantea "dudas razonables" sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones.
El envejecimiento, que es la combinación del aumento de la esperanza de vida y la caída de la fecundidad, es un "extraordinario logro social sin precedente que deberíamos celebrar", ha indicado, y ha añadido que el envejecimiento "plantea cuestiones muy relevantes que se pueden convertir en problemas muy significativos", como el del mantenimiento del sistema de las pensiones.
"Nuestros mayores llegan a la jubilación con carreras laborales muy buenas, probablemente mejores de las que tendrán nuestros jóvenes, con pensiones medias buenas y van a vivir muchos años", ha apuntado.
La investigadora ha incidido en que en los próximos 15 años llegarán al sistema de pensiones los nacidos en la generación del baby boom, por lo que considera que se deben hacer reformas relativas a ingresos y gastos que permitan su sostenibilidad.
Aboga por un esquema que permita financiar las prestaciones sociales sin que ello impida el crecimiento y la competitividad de la economía, lo que, a su juicio, precisa "mucha audacia política".
Entre las medidas que recomienda se encuentra retrasar la edad de jubilación, así como la contención del gasto y el aumento de los ingresos.